El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, firmó ayer un acuerdo formal con dos partidos rivales para formar un nuevo gobierno de coalición, luego de semanas de retrasos debido a difíciles negociaciones.

La nueva coalición es la primera -en una década- que deja fuera a los partidos judíos ultraortodoxos. Incluye a dos políticos en ascenso que han prometido poner fin a un sistema que libera del servicio militar y da subsidios sociales a miles de estudiantes ultraortodoxos.

Noga Katz, una vocera de la facción Likud-Israel Beitenu de Netanyahu, dijo que los líderes de los partidos Yesh Atid y Hogar Judío llegaron a un acuerdo la tarde del viernes, luego de abandonar sus exigencias de último minuto de ser nombrados viceprimeros ministros poco antes de que comenzara el Sabbat. Hoy era el plazo legal para formar gobierno o convocar a nuevas elecciones legislativas.

Netanyahu dio la bienvenida al acuerdo en un comunicado. "Trabajaremos juntos en el nuevo gobierno por el bien de los ciudadanos de Israel. Actuaremos para fortalecer la seguridad israelí y por mejorar la calidad de vida de los israelíes", agregó.

El siguiente paso para Netanyahu es notificar al Presidente Simón Peres hoy en la noche. El nuevo gobierno jurará el lunes, dos días antes de la visita oficial del Presidente estadounidense, Barack Obama, a Israel.

Las negociaciones se estancaron semanas por la división de los cargos en el gabinete y las reformas en la ley de reclutamiento militar. Se espera que el nuevo gobierno pueda impulsar renovados esfuerzos de paz en Medio Oriente.

Aunque la facción Likud-Israel Beitenu de Netanyahu ganó una mayoría de escaños en las elecciones parlamentarias del 22 de enero, con 31 parlamentarios, luchó para formar una coalición con las 61 bancas necesarias en el Parlamento de 120 integrantes.