La muchedumbre se agolpa alrededor del escenario. En menos de una hora y con mucha antelación respecto al horario programado, en la plaza de San Giovanni no cabe un alfiler. Llegan sonriendo, llevando banderas y paraguas, por si el cielo de Roma los traiciona. En su mayoría son jóvenes que parecen esperar el inicio de un concierto. Pero también se ven muchas cabezas canas y caras arrugadas. Todos asisten al último acto de campaña de Beppe Grillo. Ex comediante y gestor del blog más seguido de Italia, este hombre que predica contra todos los partidos tradicionales es la novedad y representa la gran incógnita para las elecciones generales de mañana y el lunes. Los sondeos ubican a su movimiento en el tercer lugar, con alrededor de un 20% de apoyo. Algunos analistas -entre ellos, los del diario Corriere della Sera- vaticinan que superará ese techo y peleará el segundo lugar con el Pueblo de la Libertad, de Silvio Berlusconi. De concretarse el pronóstico, haría menos rotunda la victoria de la coalición de izquierda, dirigida por Pierluigi Bersani, y hasta podría provocar un empate técnico.
Hasta hace un mes, parecía descontada la victoria de Bersani, que esperaba su turno para conquistar la mayoría en el Parlamento y formar el gobierno tras cuatro años de Silvio Berlusconi y uno del tecnócrata Mario Monti. Pero conforme se acercaban las elecciones, las cartas se fueron revolviendo. El Movimiento 5 Estrellas -liderado por Grillo- se convirtió en el protagonista inesperado de los comicios. Ha ganado puntos en las encuestas, gracias a algunos escándalos que involucran a izquierda y derecha, y a una campaña realizada en las calles, mientras los grandes partidos se encerraron en centros deportivos, teatros y platós de televisión.
Giuseppe Grillo nació en la ciudad costera de Génova (noroeste), en 1948. Descubrió casi por casualidad su talento para hacer reír a la gente después de estudiar contabilidad, durante un casting en el que improvisó un monólogo. Fue entonces que empezó una carrera que lo llevó a ser uno de los rostros más populares del país. Su sátira polémica lo llevó a transformarse en un personaje "castigador" de los vicios públicos.
A inicios del nuevo milenio, sin embargo, la época de oro del comediante estaba cerrada. Menguaban las apariciones en TV y sus espectáculos en teatros. Grillo empezó a arengar a sus seguidores a través de un blog que lleva su nombre y apellido. Los espectadores se transformaron en potenciales electores. Desde su blog, el ahora líder político que no compite por un escaño parlamentario convocó una manifestación contra la corrupción política, en septiembre de 2007. En las plazas de las principales ciudades italianas, miles de personas contestaron su llamada, marcando así el inicio de un movimiento que ha remecido al país.
Los "grillini" se caracterizan por ser profundamente opositores. El movimiento reúne a los anti Tav (quienes no quieren un tren de alta velocidad entre Turín y Francia), a los anti incineradores (no desean que la basura sea quemada), a los anti nucleares, etc. Es decir, a todos aquellos que luchan contra algo y quienes están en abierta crítica a los partidos tradicionales.
El movimiento consiguió sus primeros éxitos en las elecciones locales. En mayo de 2012, conquistó el gobierno de la ciudad de Parma y en octubre cosechó el 20% en las regionales de Sicilia. "Los puntos de su programa no son propuestas. Son más bien propósitos demoledores del sistema actual", comenta Federico Mello, periodista y autor del recién publicado Bajo las Estrellas de Grillo. El ex comediante quiere la abolición del reembolso electoral -restitución a los partidos de los dineros utilizados en campaña según su peso electoral- y del impuesto sobre la vivienda; está en contra de la posibilidad de conceder la ciudadanía a los hijos de extranjeros nacidos en Italia, pero promete garantizar un sueldo mínimo a todos los desempleados; dispara contra el euro y dice que convocará un referéndum para volver a la divisa anterior; aboga por no pagar la deuda soberana y dice que bajará la edad de jubilación a los 60 años. "Son eslóganes imposibles de realizar y son ambiguos y contradictorios. La estrategia del Movimiento es la esencia del populismo: decirle a todo el mundo lo que quiere escuchar", sostiene Mello.
Muchos apuntan a que el éxito de Grillo y de los suyos es una verdadera incógnita. Si rechazan aliarse con todas las fuerzas políticas y votan contra todo, podrían llevar el país a la parálisis. Justo lo que los mercados esperan para volver a apostar por la quiebra del euro.