Berlín, la chica linda (y transgresora) de Europa
Desde hace algunos años, la capital alemana forma parte ineludible en la bitácora de cualquier viajero en un recorrido por el Viejo Continente. Seduce con su arquitectura colosal, con arte en cada esquina y sus largas y encendidas noches.
Joven, transgresora, llena de energía, cambiante. La capital alemana se diferencia de otras grandes urbes europeas por su personalidad vibrante, su espíritu bohemio y sus dotes artísticas, características que la han convertido en favorita de miles de viajeros urbanos y de creadores de vanguardia que aquí han echado raíces.
Con su dramática historia de metrópoli bombardeada y dividida, Berlín ha sabido levantarse y recomponerse una y otra vez. Es cosa de recorrer sus calles y barrios para darse cuenta de que todo renace, muchas veces, de la mano de los mejores arquitectos del mundo. Las grúas y plumas de las constructoras son parte de la cara de esta ciudad, donde se mezclan como en ninguna edificios y monumentos antiquísimos, construcciones de dudoso gusto, pertenecientes a la era soviética con grandes obras de hierro y cristal.
Con 3,5 millones de habitantes, Berlín se ha transformado, también, en la chica linda de Europa, con la que todos quieren bailar y que la hacen un destino inevitable en cualquier recorrido por el Viejo Continente. Su vida nocturna interminable, sus barrios llenos de vida, su arte, que se respira en galerías, museos y, tiendas y ateliers; sus parques, que en esta época lucen llenos de verde y de vida, la han puesto de moda. Y parece que tiene para rato.
MUSICA Y CERVEZA
Justo entre las sedes de MTV y del sello Universal, uno de los más nuevos hoteles de la ciudad es, a la vez, un buen ejemplo del espíritu de esta. El Nhow de Berlín, a orillas del río Spree y entre los distritos de Kreuzberg y Friedrichshain, está rodeado de clubes y locales de música en vivo y, además, de su llamativo diseño interior al más puro estilo PopArt (interiorismo del aclamado Karim Rashid), tiene una propuesta para sus huéspedes donde la música es central. No sólo por los pasillos se escucha día y noche desde U2 a lo mejor del rock alemán, sino que los happy hours son amenizados por bandas en vivo, hay dos estudios profesionales para grabaciones y mezclas, iPods en la habitación y hasta menú de guitarras como parte del room service.
Recorrer el barrio es un imperativo. A escasos metros, vemos el bello puente Oberbaumbrücke, construido en 1894 sobre el río Spree y que fue paso fronterizo en la Alemania dividida. Muy cerca, se conserva el más largo segmento del muro, que fue pintado en 1990 por más de 100 artistas, declarado monumento nacional y restaurado en 2009. Destacan de este trozo -conocido como East Side Gallery- los grafitis "Beso de Hermanos" y el Trabi atravesando el muro (un viejo auto Trabant, clásico del lado oriental).
Aquí mismo, por las mañanas de primavera y verano, abren los primeros bares playeros en la ribera del río. La costumbre de instalarse en tradicionales sillas de lona y madera, o simplemente, sobre el pasto para tomar sol, es compartida por locales y turistas, pero, en especial, por aquellos que pasaron la noche carreteando. Algo para nada difícil en una ciudad llena de bares, antros con música en vivo y donde se venden algunas de las mejores cervezas del mundo a los más bajos precios de Europa. Por ello, conservadores no se espanten si ven a hordas de jóvenes -y de no tan jóvenes, hombres y mujeres-, que en las noches se desplazan cerveza en mano tomando en la calle. Y no hablamos de una latita, sino de botellas de casi un litro. Pero lo hemos dicho, Berlín es una de las capitales con mayor vida nocturna y este es un hábito local.
CLASICOS DE SIEMPRE
Tomar una bicicleta es una excelente forma de recorrer la ciudad. Hay excelentes ciclovías que llevan a los atractivos y en todas partes hay sitios para estacionarlas. Ahora, si no es lo suyo, tenga en cuenta que Berlín está llena de bicis y, obviamente, de ciclistas que no destacan precisamente por ser amables con el peatón. Menos con el que usa las ciclovías como vereda, por lo que camine con precaución y siempre atento, si no quiere terminar con un canastillo o una rueda entre las piernas.
Una buena manera de iniciar un recorrido por los imprescindibles de Berlín es partiendo por el Reichstag, la sede del Parlamento alemán y uno de sus monumentos más visitados. Escenario de grandes momentos y tragedias, fue incendiado en 1933 y años más tarde, ícono de la derrota nazi al ondear la bandera soviética en su fachada. Hoy luce imponente con la cúpula de 800 toneladas de acero y cristal que el inglés Norman Foster proyectó y que recién en abril de este año acaba de reabrirse al público para visitas. Reservas con anticipación. Vecino suyo es un conjunto de rupturistas edificios gubernamentales, levantados tras un concurso de arquitectura a partir de 1992 y que se extienden en un tramo peatonal, lleno de curvas del río y que también pueden observarse a bordo de ferries turísticos.
A pasos de acá, la Puerta de Brandenburgo (1795), símbolo berlinés por excelencia y testigo de eventos trascendentales, como el nacimiento del Segundo Reich y el ascenso de Hitler al poder. Desde ella, resulta del todo recomendable una inspiradora caminata por la calle Unter der Linder, la arteria histórica más linda, llena de edificios barrocos y neoclásicos, simplemente majestuosos, como el Zeughaus (que alberga el Museo Histórico Alemán), la plaza Bebelplatz (donde los nazis quemaron libros en 1933) o la Universidad de Humboldt, entre otras.
Aunque no sea un fanático de la cultura, no puede irse de Berlín sin visitar la Isla de los Museos, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Aquí están el Pergamon Museum, con una valiosísima colección de arte asiático y del mundo del Islam, recopilada por arqueólogos alemanes durante el siglo XIX y considerada una de las muestras de antigüedades más aclamadas de Europa y el Museo Altes, cuyo edificio ha sido descrito como una de las estructuras neoclásicas más bellas y que alberga una riquísima colección. La catedral o Berliner Dom, que recibió la furia de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, hoy luce restaurada e imponente, con su cúpula central de cobre de 100 metros de altura.
Caminado hacia el este, en el distrito de Mitte llegamos al centro histórico. Aquí destacan el Rotes Rathaus o municipalidad roja, cuyo nombre se debe al color de sus muros de ladrillos y que por años fue sede de las autoridades de Berlín del Este. Imposible no clavar la vista en la Torre de Televisión, conocida por los locales como "el mondadientes", una estructura de 365 metros, que es la construcción más alta de Berlín. Levantada en 1969, tiene un mirador a 200 metros de altura y un café-restaurante giratorio al que, le advertimos, hay que tener paciencia para subir.
TIEMPOS MODERNOS
La energía berlinesa se siente en muchas calles y esquinas. Pero en la Postdamer Plazt se percibe de manera especial. La que fue la plaza más agitada de Europa siglos atrás, y quedó convertida en un cerro de escombros para la Segunda Guerra, pero, como el ave Fénix, resurgió como el mayor proyecto urbanístico de la ciudad. Un derroche de osadía arquitectónica, donde todo era tierra de nadie en los días de la división. El Sony Center es, tal vez, el modelo inspirador. Un complejo de fierro y vidrio, con plazas, fuentes, tiendas, cines y departamentos y una actividad frenética y constante. O el Beisheim Center, con sus torres de departamentos de lujo, los hoteles Ritz-Carlton y Marriot y su moderna reinterpretación del Rockefeller Center de Nueva York.
El nuevo centro de la ciudad que sintetiza el pasado y presente de Alemania.
¿COMO LLEGAR?
Tam vuela a Frankfurt con dos frecuencias diarias con conexión en Sao Paulo, desde US$ 988 en clase turista y US$ 3.316 en business, ambos valores más tasas de embarque. www.tamairlines.com
EN TREN
La mejor forma es a su modernísima estación de trenes (Hauptbahnhof), la más grande de Europa. El tramo Frankfurt-Berlín se hace en el ultrarápido ICE, en apenas cuatro horas y 40 minutos. La capital alemana también está conectada a las principales ciudades del país y de Europa. Más información: teléfono (56-2) 3347865. www.treneseuropeos.cl
¿DONDE DORMIR?
El hotel de la línea design de la cadena NH tiene habitaciones desde los 200 euros. www.nhow-hotels.com/berlin
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