Mozos de todo el mundo encandilaron al público berlinés con prácticas impresionantes de malabares, agitación y batido de tragos en un concurso para convertirse en el 35 campeón mundial de cócteles.

Más de 800 concursantes de 52 países diferentes competían en dos categorías: "clásicos", en la que camareros buscaban deleitar las papilas gustativas de los jueces, y "flair", donde los concursantes hacían mezclas al ritmo de la música que dejaban con la boca abierta.

Gianluigi Bosco, italiano residente en Reino Unido, se llevó la corona de la categoría "flair" con su cóctel "Absolutely Rocking", una mezcla de vodka, zumo de manzana, puré de mango y vainilla, adornado con manzana, grosella y un poco de lima.

"No puedo creer que sea el campeón", explicó Bosco a Reuters, radiante ante los fotógrafos y envuelto en la bandera británica.

"Sabía que tenía un buen cóctel, pero cuando llegué pensé que sería suficiente con llegar a la final", añadió.

El eslovaco Vladimir Banak ganó la categoría de "clásicos" con "Sweet Road", una mezcla de vodka de frambuesa, grosella negra, licor de frutas, vainilla, nata y polvo de cacao.

La competencia es cada vez más popular y tres países más optarán al premio más alto en Singapur en 2010, dijo Derrick Lee, presidente de la Asociación Internacional de Camareros, que organizó la competición.

El francés Daniel Crebesse, presidente de la asociación de camareros británica, dijo que hacer cócteles estaba poniéndose de moda.

"El camarero es un showman, lo que hace que salir a tomar algo se eleve a un nuevo nivel", dijo Crebesse.