El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, asegura que a sus 72 años no envidia en absoluto la forma física del ex presidente del Gobierno español José María Aznar, de 56, porque él, dice, tampoco está nada mal.
Aznar "tiene más tiempo libre que yo. La envidia es un sentimiento que nunca he conocido. Y además, yo tampoco estoy nada mal", afirma el gobernante italiano en una entrevista que mañana publicará la revista Chi y de la que hoy adelantan algunos extractos los medios de comunicación de Italia.
En ella, Berlusconi, que en la primera parte de sus vacaciones acudió a una clínica de adelgazamiento para someterse a tratamiento, habla de la dieta que sigue para perder algunos kilos de más y para acercarse a los esculpidos abdominales que el ex presidente del gobierno español lució durante sus vacaciones en la isla italiana de Cerdeña.
"No bebo nunca alcohol. Me he reducido la dosis de pan, la pasta y el arroz. Estoy en el buen camino para volver a estar en forma", comenta el primer ministro italiano.
Berlusconi aborda además los escándalos que lo han envuelto a raíz de las fiestas privadas organizadas en casas de su propiedad con jovencitas de las que se ha llegado a decir que pudieran ser, incluso, menores de edad y por las que ha recibido críticas del periódico de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Avvenire.
"Incluso ellos han caído en la trampa de las calumnias contra mí, dando por ciertas noticias falsas", comenta Berlusconi, en referencia a Avvenire.
"Yo nunca he mantenido relaciones con menores de edad ni nunca he organizado festines. Sólo he participado en cenas ciertamente simpáticas, pero que no admiten ninguna censura en el plano de la moralidad y de la elegancia", añade.
VACACIONES EN CERDEÑA
Berlusconi va y viene estos días a Cerdeña para reunirse con parte de su familia durante las vacaciones de verano en la mansión de Villa Certosa, donde fueron tomadas las fotografías de sus fiestas y en la que, según él, se ha violado su derecho a la privacidad más de una vez.
"Amo Cerdeña y estoy muy unido sentimentalmente a Villa Certosa, donde me siento como fuera del mundo. Por esto no quiero venderla", indica el también empresario.
"Pretendo más bien defender mi privacidad de la sistemática violación que han cometido seudoreporteros en manifiestas violaciones de las leyes en vigor", agrega.
En la isla mediterránea pasa las vacaciones su familia, aunque, según publica hoy el diario La Repubblica, lo hacen por separado debido a desavenencias: los hijos de su segundo matrimonio, con Verónica Lario, por un lado y, por otro, la primogénita, Marina, quien, según Berlusconi, es muy parecida a él.
Tras la entrevista que la hija mayor de su segundo matrimonio, Bárbara, concedió a la edición italiana de la revista Vanity Fair y que no sentó muy bien a Marina, el primer ministro de Italia asegura que no existe ningún enfrentamiento entre él y su hija.
La entrevista, en la que Bárbara aseguraba no haber ido nunca con "hombres ancianos" y afirmaba que un político no puede distinguir entre vida privada y pública, fue utilizada, según Berlusconi, para hacer sensacionalismo.