Unos 160 efectivos del Ejército comenzaron hoy a recolectar las más de 4.000 toneladas de basura acumuladas en las calles de la ciudad de Nápoles, en el sur de Italia, por instrucción del primer ministro Silvio Berlusconi.
Es la tercera vez que Berlusconi decide esta medida en el marco de la crisis por la recolección de residuos en la región de Campania. Ya en 2008 y tras la Navidad de 2010 el primer ministro había enviado soldados a las calles para ocuparse del problema.
En octubre del año pasado, la Unión Europea (UE) amenazó con sancionar a Italia en caso de no resolver la acumulación de residuos en Nápoles.
A pesar del trabajo de los militares, el principal problema sobre el destino de los desechos sigue sin resolución a la vista. Nápoles cuenta con un depósito de basura en el suburbio de Chiaiano que desde mediados de marzo está prácticamente repleto. En tanto, una planta incineradora de residuos en la ciudad de Acerra debió permanecer largo tiempo fuera de servicio por problemas técnicos.
CAMPAÑA
Sin embargo, algunos critican la preocupación del gobierno por resolver un problema cuando quedan seis días para las elecciones municipales. La batalla electoral se juega en Nápoles y Milán, sobre todo. Pero también se vota en Turín, Trieste, Cagliari, Bolonia y otros 1.000 municipios, además de en nueve provincias. La cita será un test político de primer orden para Berlusconi, apunta el diario español El País.
El periódico agrega que según, Mario Morcone, el candidato del Partido Democrático a la Alcaldía napolitana, se ha intentado fabricar de forma artificial un nuevo "milagro de la basura" después de meses en que el gobierno "se ha desentendido del problema".