A pesar de estar inhabilitado para ejercer cargos públicos hasta 2019, el tres veces ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi (1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011) ya está liderando la campaña política de cara a las elecciones generales del próximo 4 de marzo. La frase "Berlusconi Presidente" incluso puede verse dentro de los slogans que utiliza su partido, Forza Italia y su rostro adorna los panfletos de campaña.

El regreso de Berlusconi, que dimitió en 2011 acorralado por la crisis económica y sus escándalos sexuales, comenzó a tomar especial fuerza en los primeros días de enero, cuando el expremier se reunió con los otros dos líderes de los principales partidos de derecha -Matteo Salvani de La Liga y Giorgia Meloni de Hermanos de Italia- en su mansión en las afueras de Milán. De esa cita surgió lo que los medios italianos bautizaron como la "Alianza de Arcore", ya que los tres partidos conservadores acordaron presentarse unidos a los comicios generales, repitiendo una estrategia electoral que ya les entregó una victoria en Sicilia en noviembre.

El vicepresidente del Senado y miembro de Forza Italia, Maurizio Gasparri, ya lo había adelantado días antes de la reunión al decir que "la centro derecha es la única opción de gobierno creíble y seria para Italia" y que la coalición goza "de una gran ventaja que no podemos desperdiciar".

Pese a estar inhabilitado por fraude fiscal, la nueva ley electoral le permite a "Il Cavaliere" ser cabeza de lista. En ese caso y de ganar los comicios, Berlusconi podría gobernar desde las sombras. Pero el político de 81 años aún tiene una chance de volver a liderar a su país. El Tribunal de Estrasburgo tiene que pronunciarse en las próximas semanas sobre el recurso que presentaron sus abogados ante la Corte.

De todos modos se desconoce cuál será el futuro jurídico del ex premier. Lo que sí está claro es que su coalición de derecha ha tenido un avance significativo en los sondeos.

Según dos encuestas realizadas por Tecne e IPR la semana pasada, la "alianza de Arcore" supera con creces a la coalición de centro izquierda liderada por el gobernante Partido Demócrata (PD) y al anti establishment, Movimiento 5 Estrellas, comandando por el actor y humorista Beppe Grillo.

En el caso de Tecne, el bloque conservador recibe un 39,2% de apoyo, lo que se acerca al 40% necesario para gobernar. El sondeo de IPR en tanto, proyecta un 38% en intención de voto. Le sigue el Movimiento 5 Estrellas con 10 puntos menos, según pronostican ambas encuestas. Los sondeos concuerdan en que el PD del ex primer ministro Matteo Renzi tendrá una caída en el respaldo electoral a un 22% en el caso de IPR y un 20,7% según Tecne.

Con el apoyo de sus aliados, la coalición de centro izquierda podría obtener un 27,5% y un 25% respectivamente, según los sondeos.

Aún se desconoce cómo será el programa en conjunto que presentará la coalición que el martes pasado se reunió nuevamente para trazar los primeros bosquejos de su propuesta. Según el diario español El Mundo, los tres partidos están de acuerdo en la búsqueda de iniciativas para tener menos vínculos con Europa, un mayor control en la migración, una reforma en el Poder Judicial y también en el sistema de pensiones.

El ex premier estaría apostando especialmente por el electorado de mayor edad y los jubilados, que en Italia conforman unas 16 millones de personas. Es por eso que en diciembre anunció un ambicioso compromiso si llega al poder: la creación de un Ministerio de la Tercera Edad y el aumento de las pensiones mínimas a mil euros. Este grupo etario es el que más ha sufrido con los recortes promovidos por los dos últimos gobiernos en Italia.

Pero el conglomerado de derecha también ha mostrado grandes diferencias. La Liga aseguró días atrás que su formación prepara la salida del euro y la vuelta de una moneda única para Italia, algo que más tarde el propio Berlusconi negó.

Por otro lado, la situación actual pone en un escenario de incertidumbre al gobernante Partido Democrático. No sólo por el regreso de Berlusconi o el avance del Movimiento 5 Estrellas, sino también por la desintegración de su propio conglomerado de izquierda.

A comienzos de diciembre, varios militantes y líderes de izquierda abandonaron el Partido Demócrata para crear un nuevo movimiento, Libres e Iguales, que aspira a captar votos de centro izquierda en los próximos comicios.

El partido se ha visto desgastado desde que Renzi se vio obligado a renunciar a su cargo tras el fracaso del referéndum de diciembre de 2016, que fue convocada para realizar una reforma constitucional que tenía como objetivo abolir el Senado y que los italianos rechazaron de manera contundente.