El ex jefe de gobierno de Italia Silvio Berlusconi se defendió hoy de las críticas recibidas por haber sugerido que los alemanes negaron siempre la existencia de los campos de concentración.
"Es surrealista atribuirme sentimientos antigermánicos o una presunta aversión frente al pueblo alemán, del cual soy amigo", dijo Berlusconi en un comunicado.
"Si hay algo de lo que soy un enemigo es de la austeridad antiproductiva o de ciertas limitaciones y reglas que creo son totalmente equivocadas, y que sumen a Europa en un prolongado estancamiento económico", explicó el ex jefe de gobierno, de 77 años.
Asimismo, sostuvo que sus controvertidas declaraciones fueron "sacadas de contexto" por "la izquierda europea" y recordó su "papel de amigo histórico del pueblo judío y del Estado de Israel, que sigue siento el único bastión de libertad y democracia en todo Cercano Oriente".
Berlusconi acusó el fin de semana a Alemania de no haber reconocido nunca la existencia de campos de concentración, lo que desató una ola de indignación.
La canciller alemana, Angela Merkel, calificó hoy de "absurdas" los comentarios del ex primer ministro italiano.
"Las declaraciones son tan absurdas que el gobierno alemán no va a entrar a comentarlas", se limitó a decir el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert.
El principal candidato de los conservadores para las elecciones europeas, Jean-Claude Juncker, pidió una disculpa. Sin embargo, en su declaración, Berlusconi advirtió a Juncker de caer en trampas similares y subrayó que es un amigo del pueblo judío y de Israel.