El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, volvió a hablar del tono "bronceado" del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pero esta vez el líder italiano propenso a los comentarios torpes hizo una broma también sobre el color de piel de la primera dama Michelle Obama.
Berlusconi dijo en una manifestación en Milán que les traía saludos de: "¿Cómo se llama? Un hombre bronceado. Ah ¡Barack Obama!".
Poco después de la elección de Obama, Berlusconi provocó asombro al decir que el ganador fue "un joven apuesto que incluso tiene un buen bronceado".
En esta ocasión, Berlusconi también incluyó en su broma a la primera dama estadounidense.
"No van a creerlo", comentó el domingo el primer ministro, "pero los dos fueron a la playa porque la esposa también está bronceada".
Los medios informativos europeos mostraron fotografías en las que se ve a Michelle Obama saludando con un beso a muchos líderes en la cumbre de Pittsburgh, pero las de Berlusconi lo mostraron dándole la mano a la primera dama con el brazo bien estirado.
Las fotografías mostraron a Berlusconi mirando fijamente al vestido de la primera dama, en lugar de su rostro, y extendiendo sus brazos como si estuviera deleitado por lo que él ve, mientras el presidente estadounidense los observa, al parecer sin molestia.
Berlusconi, de 72 años, no oculta su admiración por las mujeres atractivas. Ha estado a la defensiva tras un escándalo sexual que estalló hace unos meses después que su esposa se quejó de que él estaba distraído con mujeres jóvenes y anunció que le pediría el divorcio.
El domingo, Berlusconi también le hizo una especie de cumplido de doble sentido al presidente estadounidense.
El primer ministro también hizo comentarios sobre el uso, por parte de Obama, de un teleprompter, un aparato que recurre a un cristal transparente inclinado que refleja textos proyectados por una pantalla, para permitir que una persona los lea sin que sea demasiado evidente.
"El no es imprudente como nosotros que decimos todo lo que nos viene a la mente" en sus discursos públicos, declaró Berlusconi.
"Todos nos preguntábamos '¿Sabrá lo que está haciendo o sólo es alguien que sabe leer bien?'", agregó.