La renovación del mandato de Ben S. Bernanke le permitirá redefinir el cometido de la Reserva Federal en un momento en que aumenta su poder sobre los mercados financieros y reducir la expansión del crédito que utilizó el banco central para preservar la economía del colapso, dicen economistas.

La agenda de Bernanke durante los próximos cuatro años incluirá tareas como la de incrementar el papel de la Fed en la reducción del riesgo excesivo de las principales instituciones financieras, encontrar la solución a cómo reducir las burbujas de activos e ir retirando los US$1,2 billones del plan de estímulo económico.

"Tendrá la oportunidad de cambiar de forma permanente la estructura del sistema de la Reserva Federal", dijo Vincent Reinhart, un ex director de la División de Asuntos Monetarios de la Fed que ahora es profesor residente en el American Enterprise Institute, un grupo de análisis de Washington.

El presidente Barack Obama designó ayer a Bernanke, de 55 años, para un segundo mandato, elogiando al presidente de la Fed por su contribución a "frenar la caída libre de nuestra economía".

Bernanke, ex economista de la Universidad de Princeton, ya ha llevado a cabo numerosos cambios desde que sustituyó a Alan Greenspan en febrero de 2006. Ha obligado a una mayor cooperación entre los supervisores bancarios y el equipo de economistas y ha llevado la Fed hacia una mayor transparencia. También hizo su despacho más accesible al explicar sus actuaciones a la opinión pública a través del programa de la CBS Corp. "60 Minutes" y en una reunión en el Ayuntamiento de Kansas City, Missouri.

EL LAGADO DE VOLCKER
Bernanke ha sido el custodio del legado del ex presidente de la Fed Paul Volcker de establecer un régimen de baja inflación. Sin embargo, su propia impronta será diferente porque él contribuirá a hacer explícito el papel de la Fed al garantizar la estabilidad financiera, dijo Al Broaddus, ex presidente de la Fed de Richmond.

El trabajo de Volcker "era conseguir que la política monetaria, el verdadero motor de la inflación, estuviera bajo control", dijo Broaddus. Las actuaciones de Bernanke para hacer frente a la crisis crediticia introdujeron "un importante alivio" dentro de la responsabilidad de la Reserva Federal en materia de estabilidad financiera y "cimentó esa competencia no escrita", dijo.

Ahora, el Gobierno de Obama está intentando dar a la Fed un cometido incluso mayor.

El Gobierno quiere que el banco central dicte las normas sobre capital, liquidez y los estándares de gestión de riesgos a las principales entidades financieras del país. La propuesta ha encontrado resistencia en el Congreso.

Bernanke ya se está preparando para desempeñar un mayor papel en la supervisión, sin importar cómo redacte finalmente el Congreso la normativa.

El plan de Obama también vislumbra un papel permanente para que Bernanke haga un uso amplio de la competencia de la Fed como prestamista de último recurso. El Consejo de Gobernadores utilizó los poderes de emergencia para rescatar American International Group Inc., así como los mercados de pagarés, bonos hipotecarios y valores garantizados con activos. En el proceso, el balance de la Fed ha crecido en US$1,2 billones en los últimos 12 meses.