El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, será interpelado hoy en el Congreso acerca del papel que desempeñó el Gobierno de Estados Unidos en la compra de Merril Lynch por parte de Bank of America.
La transacción, que costó US$20.000 millones a los contribuyentes, tuvo lugar a mediados de septiembre pasado, cuando el sistema financiero se tambaleó por el derrumbe de las hipotecas de alto riesgo.
El Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno, de la Cámara de Representantes, ha programado para hoy una interpelación en la cual tratará de determinar si el Gobierno de EEUU presionó al principal ejecutivo de Bank of America, Kenneth Lewis, para que no pusiera objeciones ante los problemas financieros de Merril Lynch y siguiera adelante con el plan para fusionar ambas instituciones.
Hasta ahora, los portavoces de la Reserva y el entonces secretario del Tesoro, Henry Paulson, han negado que hubiesen presionado a Lewis para que aceptara la transacción y que no hiciera públicas, o al menos conocidas para los accionistas de Bank of America, sus preocupaciones por las finanzas de Merril Lynch.
En otra audiencia, semanas atrás, Lewis dijo que su puesto estuvo en juego después que expresó sus reservas acerca de la fusión.
Según Lewis, Paulson y otros funcionarios federales dejaron en claro que si Bank of America se retiraba de la transacción, él y los miembros de la junta directiva del banco serían destituidos.
Bank of America recibió US$45.000 millones dentro del programa de ayuda financiera del Gobierno federal, y unos US$20.000 millones de esa ayuda estuvieron vinculados con la compra de Merrill Lynch.