Tal como lo hiciera para la reforma tributaria y laboral, el economista y director de empresas, Bernardo Fontaine, ha tenido un rol activo frente al proyecto de reforma al sistema de pensiones impulsado por el gobierno, incluso con una campaña digital (a través de cuatro videos) iniciada en marzo pasado, en la que advertía efectos negativos de la iniciativa. Hoy, ya con el proyecto revelado por el Ejecutivo, enfatiza sus reparos, sobre todo en el hecho de que -a su juicio- las pensiones más bajas suben menos que aquellas para los sectores de mayores ingresos.

Hace unos meses inició una campaña digital en contra de la reforma de pensiones del gobierno. ¿Tiene el mismo juicio, ya conocido el proyecto?

Creo que este proyecto tiene elementos positivos. Es un proyecto trabajado y le da un portazo a la idea de las candidaturas de (Alejandro) Guillier y Beatriz Sánchez y de No+AFP de ir hacia un sistema de reparto. El informe de productividad lo descarta por inviable totalmente. Además, es un proyecto que, en su informe, explica muy bien que solamente si ahorramos más podemos tener mejores pensiones. Sin embargo, sigue siendo cierto que creo que no es el mejor proyecto.

¿Por qué?

Porque básicamente las pensiones básicas no suben (las de $ 105 mil) y las pensiones bajas suben menos que las pensiones más altas. Por otro lado, tiene un problema de financiamiento, porque hace que los trabajadores terminen financiando lo que el Estado debería financiar. Y además, elimina la posibilidad de que los trabajadores elijan su administrador al forzarlo a un ente estatal.

Desde el gobierno señalaron que las pensiones aumentarán en 20%.

No es cierto que las pensiones actuales van a subir 20% con este proyecto. Eso no es efectivo, porque, insisto, las pensiones básicas, 600 mil personas que reciben $ 105 mil. no suben nada. Un jubilado de $ 1 millón recibirá un aumento de pensión más alto que un pensionado de $ 140 mil. Un jubilado de $ 500 mil recibirá un alza de $ 100 mil. Mientras que uno que recibe $ 140 mil, verá un aumento de $ 10 mil. La parte del pilar solidario no se toca. No sube. eso es contra lo que uno desearía como sociedad y llama mucho la atención que el gobierno haya propuesto esta alternativa.

¿Cree que este es un "impuesto al trabajador"? El ministro Rodrigo Valdés descartó que así sea...

El informe de productividad de Hacienda es bien claro al decir que esta reforma puede bajar los salarios en 3,3% y producir hasta casi 400 mil menos empleos. Al final, la ciencia económica dice que este tipo de cotizaciones en el fondo es un impuesto. Parte lo pagan los trabajadores, parte los consumidores -porque esto es un aumento de costos que llevará a que las empresas necesariamente tengan que subir precios- y parte empresarios con menores utilidades.

Críticas a la Presidenta

También se ha criticado que la Presidenta Bachelet haya comentado desconocer "cuán serios eran estos estudios", en relación al informe de productividad...

El comentario de la Presidenta es de circo. Un gobierno serio es uno que cuando presenta un proyecto al Congreso con los informes técnicos que se requieren, se entiende que es la opinión formal del Ejecutivo. Y este informe de productividad me parece serio. Yo discrepo de parte de sus conclusiones, pero es serio y no merece el ninguneo que le hizo la Presidenta.

También hay quienes han manifestado que desconocían el impacto de la reforma. ¿Se debería retirar la urgencia del proyecto?

Sí, amerita un estudio muchísimo mayor. Hay que debatir con tiempo el proyecto, porque no queremos una reforma que sea una fábrica de desempleados, una que generaría 400 mil chilenos sin trabajo como estimó Hacienda.

¿Comparte esa estimación? La Presidenta dijo que no creía que fuera tan alto el impacto...

Creo que el impacto más importante es que habrá menos alzas de sueldos. Porque una empresa verá que su costo laboral sube 5%, eso no lo podrá traspasar a precios, ya que tiene que competir, y en ese caso tendrá que decirle a sus trabajadores que ya subió los costos y subirán menos los sueldos. Ahora, creo que Hacienda ha sido muy valiente al explicar que aumentar las cotizaciones tiene costos. Aquí no hay varitas mágicas y desgraciadamente nuestros políticos nos tienen acostumbrados a prometer mucho más de lo que pueden dar.

Pero también ha sido valiente en proponer un administrador estatal, pese a los jubilazos, al descontrol de los organismos que entregan pensiones del Estado como Capredena y Dipreca, pese al Sename, pese al Transantiago, pese al Servel, que cambió 500 mil votantes de dirección. Yo no quisiera ser un jubilado que no me llega el cheque después.