Desde este año, el empresario Bernardo Larraín Matte se sumó como integrante de Abac, el consejo consultivo empresarial de Apec, del que también forman parte los chilenos Alberto Salas y Richard von Appen.
Desde Perú, donde participa justamente en el foro Apec, el también presidente de Colbún y consejero de Sofofa conversó con La Tercera sobre los principales temas que se han abordado en estas jornadas en Lima, los desafíos del mundo empresarial en Chile, y la carta que junto con otros miembros de Sofofa enviaron a los consejeros del gremio, en la que hacen una propuesta de nuevo gobierno corporativo para la entidad.
"Durante estos días hemos estado en reuniones del Abac, que es el consejo empresarial asesor del Apec. Son buenas instancias para intercambiar ideas con otros países. Son tres Abac por país que participa en Apec, es decir, son 66 personas, todas del mundo empresarial, muy activas", comenta desde la terraza del hotel Country Club de Lima.
¿Cuáles son los principales temas que hoy están en Apec?
Este foro del Apec es oportuno para reafirmar la importancia del comercio internacional y el libre flujo de inversiones. El resultado electoral en Estados Unidos, el Brexit en Inglaterra, incluso el resultado del plebiscito en Colombia, reflejan un cierto sentimiento antiglobalización, que en un foro como este obviamente causa preocupación. Y estos sentimientos antiglobalización también tienen una cara de cierto sentimiento anti business, antiempresas, y eso de alguna manera se ha manifestado en los países con una mayor complejidad regulatoria. En el Abac se presentó un estudio, el Índice de Calidad Regulatoria, y es sorprendente cómo desde el mundo privado se percibe una mayor complejidad, mayor espacio para la discrecionalidad. En nuestro rol como Abac sería positivo promover una iniciativa de convergencia regulatoria para simplificar muchas regulaciones.
¿Cuán presente ve en Chile ese sentimiento antiempresas y antiglobalización?
En Chile se manifiesta con una desconfianza contra muchas instituciones: político, empresarial, religioso. No siento que haya llegado con tanta intensidad la crítica a la globalización. Y eso puede ser porque al ser un país pequeño el comercio internacional es fundamental.
¿Cómo ve al mundo empresarial enfrentando este escenario?
Ninguna institución está eximida de hacer una reflexión respecto de cómo posicionarse de mejor manera frente al debate público. Es algo generalizado, no es algo particular del mundo empresarial en Chile.
¿Pero le pregunto por el mundo empresarial chileno, cómo está enfrentando ese desafío?
Hay diferentes visiones. Un buen ejemplo es el Abac, que tiene un funcionamiento interesante. Primero, está compuesto por personas que están activas en el mundo empresarial, que son gerentes, empresarios, directores. Segundo, tienen una lógica colegiada de gobernanza: cada año hay un chairman del Abac y, a su vez, hay comités temáticos presididos por distintos Abac. Esa lógica más colegiada, colectiva, es una de las cosas que planteamos en la carta que junto a algunos consejeros enviamos a los consejeros de la Sofofa, con el objeto de promover una discusión. Hoy los gremios deben interactuar con una mayor cantidad de audiencias y esto se logra mejor con una mayor cantidad de voces. Desde muchos puntos de vista la lógica más colegiada de representación institucional tiene muchas virtudes. Ahora, hay otras visiones, que dicen que es mejor centralizar el liderazgo en una persona, el presidente de la institución, porque de esa manera se actúa de forma más coherente.
Casualmente, el lunes me tocó compartir con el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, que estuvo en Chile. Le toqué el tema de cómo ven en EE.UU. el posicionamiento y el rol de los gremios, y me contó que él es parte de una organización, el Business Roundtable, con una lógica de influir en todas estas audiencias, donde el comité ejecutivo está compuesto por CEO o chairman de empresas, activos. Dentro del comité ejecutivo hay diez comités temáticos que a su vez son presididos por otros CEO activos. Y todo es coordinado por un presidente.
¿Usted está interesado en la presidencia de la Sofofa?
Nosotros en la carta hicimos un planteamiento para promover un debate, y creo que se ha generado una discusión interesante en el consejo. También hubo una idea que plantearon otros consejeros de hacer algún tipo de jornada de reflexión porque hay distintas visiones, muy legítimas todas. Nosotros creemos que las instituciones que aspiran a incidir en el debate público lo van a hacer de forma más eficaz con un liderazgo más colegiado. Por supuesto que reconocemos la importancia del presidente, como quien va a coordinar y liderar los temas más transversales.
Ustedes plantearon una discusión, pero también dijeron que estaban disponibles para asumir un rol.
Cuando uno hace un planteamiento conceptual de gobernanza, me parece que es de mínima responsabilidad decir al mismo tiempo que quienes hacemos ese planteamiento también estamos disponibles para asumir los distintos roles que se pueden ejercer en la Sofofa. Lo importante es la discusión sobre cuál es la mejor gobernanza para posicionarse en el debate público, antes que discutir nombres.
¿Y cuál es el momento para discutir nombres? La elección es en abril.
Antes de abril. Con la carta quisimos promover una discusión de donde salga un proyecto unitario.
¿Cómo ve el adelantamiento de la campaña presidencial post elecciones municipales?
Creo que este contexto de ciudadanos más empoderados, más escrutadores de todo quien ostenta poder, puede dar lugar a respuestas simplistas, y quizás populistas. Y no podemos presumir que a Chile no pueda llegar una respuesta de ese tipo. Más allá de quien sean los candidatos a la presidencia, es inobjetable que en el Parlamento va a haber una mayor fragmentación política y eso hace que, para quien sea presidente, siga siendo complejo.
¿Pero qué le parece que los dos candidatos sean los ex presidentes Lagos y Piñera?
No estoy de acuerdo con los que dicen que, porque vayan a ser dos ex presidentes los candidatos, da para concluir que gobernar va a volver a ser simple. Seguirá siendo complejo, porque va a haber mayor fragmentación política. Y es importante que el mundo empresarial asuma esa realidad. Son dos personas con buena trayectoria, que hicieron buenos gobiernos, pero ambos no podrían repetir la forma en que hicieron gobierno porque les va a tocar más complejo.
¿Qué le parece Alejandro Guillier?
Lo primero que debe hacer cualquier actor es asumir su condición de político. Y en general no me gusta cuando un actor que aspira a ser presidente, senador, se presenta como alguien que no viene del mundo político. La política es fundamental, hay que volver a su esencia, que es escuchar las demandas de la gente, procesarlas, y dar respuestas complejas, no caer en la tentación del camino fácil de dar respuestas simplistas.