Mucho tiempo ha pasado desde que, con siete años, Berta Rodríguez veía a sus hermanos mayores jugar tenis de mesa. Hoy ella tendrá en Londres sus cuartos Juegos Olímpicos, algo que sólo Gert Weil y Erika Olivera pueden decir en Chile y los cuales marcarán el final de su larga y exitosa carrera.

A sus 41 años, ya suma doce temporadas trabajando en Homecenter la mitad de su tiempo y la otra mitad dedicada a entrenar, por lo que ha decidido que el 2012 será el de la despedida. La más simbólica de todas en Inglaterra, y la definitiva a final de año, en el Sudamericano de Chile.

"Uno tiene que ser realista. Me encantaría decir que voy a pelear por una medalla, pero uno está ahí peleando con campeonas mundiales, olímpicas, con las asiáticas, que son profesionales, que se dedican a esto, que compiten todo el año en las ligas europeas. Me hubiese encantado tener el apoyo que hoy tienen los deportistas", explica.