El secreto mejor guardado del senador magallánico Carlos Bianchi es su inclinación en materia presidencial. Por eso, se niega a transparentar su preferencia en primera vuelta, aunque declara su simpatía por la opción que representó Marco Enríquez-Ominami. Y con miras al balotaje, sólo adelanta que no votará nulo, aunque hoy se siente lejos de Eduardo Frei y Sebastián Piñera.
En este escenario, el factor que definirá su sufragio será la recepción que tenga un documento que el parlamentario les entregará a los presidenciables en los próximos días. El texto -que elaboró junto al alcalde de Punta Arenas, Vladimiro Mimica, y al diputado electo por la zona Miodrag Marinovic- tiene como ejes centrales el fomento de la educación pública, el apoyo a la clase media, medidas concretas para las pequeñas y medianas empresas y el impulso a una política de Estado en materias energéticas, entre otras.
"En primera vuelta yo voté por el mal menor. Y ahora, antes de volver a hacer lo mismo, quiero ver si puedo contribuir a tener un beneficio mayor a través de las propuestas que voy a entregar. Si son acogidas, obviamente que habrá una predisposición favorable hacia un candidato", dice el legislador independiente, quien en 2005 se convirtió en el primer senador en romper el sistema binominal, al desbancar al UDI Sergio Fernández en la XII Región.
"La expresión de Enríquez-Ominami fue el descontento de muchas personas que tenemos la misma mirada. Coincido con sus posiciones respecto de lo que significan Piñera y Frei. Hoy no me siento ni representado ni interpretado por ellos", añade el parlamentario.
Durante sus cuatro años en el Congreso, Bianchi ha intentado mantener su carácter de independiente, aunque la bancada que conformó con los ex concertacionistas Adolfo Zaldívar y Fernando Flores y el ex RN Carlos Cantero terminó pactando con la Alianza por la conformación de la mesa de la Cámara Alta.
Gracias a ese acuerdo, hoy es vicepresidente del Senado. Sin embargo, su apuesta para los próximos cuatro años es mantenerse al margen de las grandes coaliciones e impulsar un movimiento de carácter regionalista junto a Marinovic, quien en la Cámara buscará tener el mismo rol de "bisagra" que su mentor.
"La Concertación es como un niño chico que no quiere soltar la pelota. En la Alianza, en tanto, ven que hay una posibilidad de llegar al gobierno por primera vez y aparece una desesperación que los hace cometer errores", afirma el senador.