"Vemos más problemas que soluciones en esta iniciativa", dice José Miguel Stegmeier, presidente de las asociaciones Socabío y Corbiobío, de la VIII Región. Y sus aprensiones apuntan al mapa penquista.

Este martes se retomaría en el Senado la discusión sobre el proyecto que crea la XVI Región de Ñuble, escindida de la actual Del Biobío. Pero entre algunos gremios productivos de la capital regional no sólo crecen las críticas a la iniciativa, sino que también conformaron la "Mesa mejores Regiones para Chile", desde la cual plantean su rechazo a la iniciativa. "La fragmentación no aporta soluciones al problema de mayor crecimiento económico, social y cultural de los territorios", explican.

Fortalecer regiones

La mesa está integrada por la Cámara de la Producción y del Comercio, el Irade, Asexma, Cidere Biobío, Socabío y Corbiobío, quienes sugieren una estrategia contraria: "La clave está en la formación de macrorregiones y el fortalecimiento de estas, no en la reducción del territorio", sostienen.

Según Stegmeier, el fragmentar la región no resuelve el problema de fondo que, a su juicio, es la debilidad administrativa del aparato público.

"La Región del Biobío era el modelo ideal para generar un peso importante que equilibrara o contrapesara a la Región Metropolitana. Cuando vemos que se están separando los territorios, que estamos perdiendo peso territorial y económico, sin duda que toda esa intención se pierde. Tenemos ejemplos como el caso de Valdivia, con la creación de la Región de los Ríos, en la cual no vemos un valor agregado de impacto económico o social, ni tampoco desde el punto de vista político".

En la mesa aseguran, también, que la división significará la pérdida de poder demográfico frente al centralismo. Apuntan que la VIII Región disminuirá su población de 2,1 millones de habitantes a 1,6 millones, pasando de ser la segunda más poblada a ubicarse en el tercer lugar, tras Valparaíso.

En la Cámara de la Producción también se consideró que "estas solicitudes de crear regiones nacen de forma muy soterrada, con apoyos políticos. Por eso, finalmente la decisión es política, no técnica. Entendemos que no hay ningún estudio técnico sobre lo que pasó en la Región de los Ríos cuando se creó. Ni tampoco hay de antes ni después de que se haya creado la Región de Arica y Parinacota".

Preocupación en Chillán

Hacia el norte, estas posturas parecen generar preocupación. Alejandro Lamas, presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, sostiene que "toda esta discusión podría entorpecer el avance del proyecto, que consideramos valioso y por el cual venimos luchando desde hace 20 años".

Agregó que "con esta iniciativa no vamos a solucionar el tema de la descentralización en el país. Lo que queremos es dejar de ser el 'patio trasero' de Concepción. Hay muchos recursos que no aquí no llegan, todo es más lento. No tenemos una voz o un rostro cercano de autoridades para nuestros problemas. Y ahora, que estamos a pasos de ser región, ellos levantan la voz de rechazo".

Sergio Zarzar, alcalde de Chillán, apunta que "la opinión del grupo me parece respetable. Sin embargo, como ñublensino de nacimiento, conozco la realidad de mi provincia y creo que la reestructuración como una nueva región es clave para el despegue de la zona. Así tendríamos la posibilidad de focalizar recursos y generar mayor bienestar a nuestros habitantes".