EL PADRE QUE NUNCA CONOCIO
Abdulfattah Jandelin, un inmigrante sirio, y su novia de universidad, Joanne Simpson, dieron en adopción en 1955 a Steve Jobs, por la presión del padre de Joanne, que no quería que se casaran (lo que ocurrió tras su muerte). Jandelin, hoy director de un casino, trató en vano de conocer a Jobs después de saber que era su hijo en 2005, pero Jobs nunca quiso. Sólo reconoció como sus verdaderos padres a Paul y Clara Jobs, sus padres adoptivos.
A quien sí contactó fue a su madre, Joanne, pero sólo cuando Clara murió. Decidió, con la autorización de Paul Jobs, conocerla y darle las gracias por no abortarlo.
Su madre le pidió disculpas y llamó a su hija, la escritora Mona Simpson: "Tienes un hermano, es famoso", le dijo.
Jobs, sin embargo, no quiso conocer a su padre. Mona, sin embargo, le confesó que a pesar de todo, él igual lo conoció: Jobs frecuentaba un restaurante que su padre administraba. Se saludaron varias veces. Jandelin le dijo a Mona que "dejaba buenas propinas".
SU AMOR A FACEBOOK Y SU ODIO A GOOGLE
Steve Jobs nunca fue muy enfático para confesar a qué personas de la industria admiraba, según Walter Isaacson. Pero sí le admitió una gran admiración por el fundador de Facebook Mark Zuckerberg.
"Lo admiro por no haberse vendido, por querer hacer una compañía de su idea", señaló Jobs en una de las entrevistas. Para él, además, a pesar de que en la industria se hablaba de "las redes sociales", para las personas sólo existe una gran red, la de Facebook.
Distinto es el caso de Google, a quien no sólo veía con odio por intentar derribar al iPhone con el sistema Android -según él copiado totalmente-, sino que por sus prácticas como empresa. Incluso se dice que una vez se reunió con Larry Page, uno de los cofundadores de Google, quien le pidió un consejo para seguir su empresa.
Jobs fue categórico: "Google se está convirtiendo en Microsoft, elijan sus mejores cinco productos y enfóquense en ellos, el resto no vale la pena", le dijo.
POR QUE NO SE OPERO AL SABER QUE TENIA CANCER
Ya es de conocimiento público que una de las últimas revelaciones de Jobs es que se arrepintió de no haber tratado de manera más eficaz su cáncer al páncreas, diagnosticado en 2003.
¿Pero por qué no lo hizo? Su biógrafo señala que luego de saber que padecía la enfermedad, intentó curarse de las maneras más extrañas posibles: cambió su dieta, acudió a chamanes y frecuentó curadores espirituales.
Pero su situación fue empeorando y finalmente decidió acudir al quirófano nueve meses después de lo recomendado, una decisión que pudo haberle costado la vida.
Jobs simplemente no quería que su cuerpo fuera abierto, pues se sentiría violado por alguien. Esa sensación lo llevó incluso a traspasar su llamado "pensamiento mágico" a su salud. Creía que si no pensaba en algo simplemente no existía. Pero su enfermedad fue empeorando. Cuando decidió operarse, el tumor ya se había expandido al resto del cuerpo y comenzaba su cuenta regresiva.
SU DEPRESION DESPUES DE LANZAR EL IPAD
Su pasión por controlar todo le jugó más de una mala pasada durante su mandato frente a la empresa. Cuando presentó el iPhone en 2007, por ejemplo, sólo tenía la idea de que sería un teléfono totalmente controlado por Apple, con aplicaciones hechas por la misma empresa. "Le aterraba la idea de tener virus o programas que afectaran la experiencia del usuario". Fue sólo la insistencia de dos ejecutivos los que finalmente dieron con el nacimiento de la App Store en 2008, la que hizo que el sistema cobrara más popularidad.
En 2010, Jobs sufrió otro mal rato luego del lanzamiento del iPad, cuyas especificaciones no dejaron contentos a muchos analistas y el público en general. La falta de puertos USB, soporte para Flash o que simplemente se tratara de un iPhone gigante. Los correos que le llegaban a su dirección incluso criticaban el nombre del producto, al punto de deprimirlo. Jobs tampoco estuvo conforme con la primera publicidad del iPad, ya que según él "parecía comercial de Hush Puppies".
SU REUNION SECRETA CON BILL GATES
En su último año de vida, Jobs decidió invitar a su casa a diferentes amigos y personas que él consideraba importantes en su carrera para discutir, quizá, por última vez con ellos.
Uno de ellos fue Bill Gates, uno de sus principales enemigos públicos, pero con quien llevaba una relación mucho más profunda.
Se conocieron a finales de los 70, cuando Jobs visitó a Gates para ver sus programas. En ese entonces, Microsoft hacía software que corría en los computadores de Apple. Allí comenzó una relación de desprecio. Para Jobs, Gates era un tipo sin imaginación y para Gates, su equipo de trabajo simplemente no tenía dedicación.
Sólo fue hasta el último día en que ambos reconocieron que el modelo del otro sí funcionaba, aunque con reparos: Jobs dijo que el modelo de Microsoft funcionaba sólo si quería hacer malos productos. Gates, en cambio fue más cauteloso, diciendo que el de Apple sólo funcionaba si había un Steve Jobs detrás.
SU GRAN AMIGO EN APPLE
Jonathan Ive, diseñador británico, es uno de los talentos que Steve Jobs llevó a la compañía luego de su regreso en 1997. Según los cercanos, era la persona que mejor sabía cómo manejar la empresa de la forma que Jobs la había construido.
Steve lo consideraba un "compañero espiritual" e incluso su esposa le dijo a Isaacson que "para Jobs cualquier persona era reemplazable, menos Ive".
Aun así, su relación no era del todo buena. Según el propio Ive, Jobs tenía la mala costumbre de tomar el crédito de productos que él había diseñado. "Tengo especial atención con saber de dónde vienen las ideas, incluso las anoto en muchos cuadernos. Me dolía cuando Jobs se quedaba con todo el crédito".
Aun así, Ive era tratado por Jobs como un intocable: le mandó a construir una oficina con vidrios polarizados en el subterráneo del campus donde sólo se le permitía estar a él y Jobs discutiendo el futuro de la empresa. Ese nivel de cercanía lo sindica como su sucesor natural.
SU DESPIDO DE APPLE, SU CAIDA MAS DURA
Uno de los momentos más oscuros de su carrera se dio en 1985, cuando fue despedido del cargo de CEO de la compañía que el mismo fundó. Luego emigró a NeXT, compañía que tuvo relativo éxito y desde donde volvió a Apple en 1997. Allí, según relata en su biografía, Jobs llegó con la convicción de no repetir los errores del pasado.
Para el el camino era claro: no había que dejar que las utilidades le ganaran a la pasión, que fue justamente lo que hizo durante su primera etapa. ¿Y cual era su pasión? "Quería construir una empresa donde la gente estuviera motivada en crear buenos productos", dijo, además de esperar dejar una compañía con un legado que pudiese durar una o dos generaciones, "como lo hizo Walt Disney, Hewlett Packad e Intel, que hicieron compañías no para generar dinero, sino que para durar en el tiempo"
De todas formas tenía un plan B y de no haberle resultado el negocio de Apple, se habría dedicado a ser un poeta en París.
STEVE JOBS
La biografía fue solicitada expresamente por Steve Jobs a Walter Isaacson, ex editor de la revista Time y ex CEO de CNN, en 2003, cuando el fundador de Apple supo que tenía cáncer.
Se prevé que el libro sea el más vendido del año en Amazon y que la versión digital, que ha estado en el número 1 en ventas desde la muerte de Jobs, supere a la de papel.
El libro está disponible para descargar en Kindle en el sitio web de Amazon a 17 dólares (cerca de 10 mil pesos).
En la misma tienda puede pedirse el libro en versión impresa a 20 mil pesos. La edición española se venderá por la editorial Debate.