Histórico

Biógrafos de Luis Miguel: "El hermetismo es su mejor marketing"

Claudia de Icaza y Marcos Lifshitz son las escasas figuras que le han ganado un juicio al cantante.

Claudia de Icaza y Marcos Lifshitz son las escasas figuras que le han ganado un juicio al cantante. Luego que esta semana habría estado internado grave, ambos hablan de su perfil misterioso y de una hospitalización similar en 1992.

Durante un par de años, Claudia de Icaza y Marcos Lifshitz merodearon el círculo cercano a Luis Miguel y hasta estuvieron a un paso de trabajar con él. Pero en México, ambos son reconocidos por lo contrario: se han convertido en las escasas figuras que han enfrentado al todopoderoso cantante y lo han derrotado en batallas judiciales.

En 1994, el intérprete entabló una demanda contra la periodista Claudia de Icaza por el libro El gran solitario, su primera biografía no autorizada. El artista exigió US$ 7 millones por daño moral y sacar todos los ejemplares de circulación. El editorial Edamex y De Icaza lograron que, tres años después, la justicia volviera a estar a su favor.

Lo de Lifshitz fue al revés: en 1999, y mientras bailaba en el matrimonio de una sobrina, el compositor se dio cuenta que el recién estrenado tema Amarte es un placer tenía la misma melodía de una canción que había entregado a Warner dos años antes, para que integrara ese mismo álbum.

Por eso, Lifshitz demandó a "Luismi", al sello y al compositor Juan Carlos Calderón por plagio. Una corte le dio la razón y los obligó a dar el 40% de todos los ingresos de ese disco al autor. Pero en 2009 el intérprete y sus abogados lograron anular el fallo, lo que reinició el juicio.

Lifshitz masticó la rabia y escribió el esperado libro El sol no brilla para todos, con salida para mayo. Justo en la etapa donde el hombre de Entrégate ha vuelto a la primera plana: mañana cumple 40 años y esta semana se reportó que habría estado internado grave.

"No me sorprende que su salud haya decaído, ha sido parte de su rutina histórica", completa Lifshitz, quien regala una escena de la juventud del cantante: en los 80, el padre de la estrella, Luisito Rey, lo contactó para que compusiera el siguiente álbum de su cría. "Me citó en la casa familiar y también estaba la abuela. Era un hombre agresivo y me pedía con violencia que le mostrara la música que había hecho para su hijo. Iba y volvía del baño y cada vez salía más alterado. A Luis Miguel no lo vi nunca, porque el señor lo escondía", describe.

Una visión similar comparte De Icaza. "Su padre le enseñó que el hermetismo es la mejor forma de marketing. Luis Miguel jamás va a hacer algo para confirmar o desmentir algo. No lo hizo con la desaparición de su madre, menos lo hará con su salud. Por eso descarto que se haya hecho una prueba de ADN para aclarar una supuesta paternidad. El sabe que la especulación constante es su negocio. Nunca hará lo de Ricky Martin", dice.

De Icaza entrevistó al intérprete en los 80 y 90, período en el que le confesó que estaba hastiado del autoritarismo paternal y que no deseaba terminar como Elvis. "Aunque con el tiempo ha repetido la conducta de su padre: toda su existencia es una intriga, pero vende un trozo de su vida a las revistas y se ha mostrado con Aracely Arámbula y sus hijos", dice.

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