La industria de la biotecnología podría reducir las emisiones de dióxido de carbono entre 1.000 y 2.500 millones de toneladas al año para el 2030, según un informe difundido hoy por el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF).

"Esta cantidad supera al total de emisiones de dióxido de carbono registradas en Alemania en 1990", explicó hoy WWF en un informe, en el que apunta el potencial de la biotecnología para un futuro sostenible.

"Tenemos que buscar nuevas soluciones para reducir las emisiones de forma rápida. Es evidente que no hay más remedio que explorar nuevas vías", dijo el jefe del programa de globalización de WWF en Dinamarca y coautor del informe, John Kornerup Bang.

El WWF constata que la biotecnología ya se usa mucho en el día a día, y por ejemplo "ayuda a hornear el pan en menos tiempo, aumenta el rendimiento de la producción de vino, queso y aceite vegetal, y ahorra calor en el lavado de ropa".

"Las aplicaciones biotecnológicas bajas en carbono son un buen ejemplo de prácticas a favor del medio ambiente que están a nuestro alrededor, pero que se les escapa a los políticos, inversores y empresas", afirmó Kornerup Bang.

Un ejemplo más reciente de cómo la biotecnología puede ayudar a reducir las emisiones de carbono sería la obtención de biogás a partir de residuos y aguas residuales.

Más allá, el informe destaca la posibilidad de hacer avanzar esta tecnología y cerrar el sistema de producción.

Así, las biorrefinerías transformarían los desechos biológicos en materia prima con la que producir otros materiales de base biológica.

Con este proceso se calcula que podrían reducirse las emisiones de dióxido de carbono en 633 millones de toneladas.