No sé si fue por haber anotado mal un dato o por un arreglo de última hora, pero 30 minutos antes de lo presupuestado estaba en el sexto piso del edificio 795 de Folsom Street, en San Francisco.

Treinta minutos que bastaron para hacerse la idea del lugar donde estaba: las oficinas centrales de Twitter, la red de comunicaciones en línea de mayor crecimiento en los últimos años y un favorito personal. La tarea no fue tan difícil: el logo gigante ubicado detrás de la mesa de recepción, los cojines de bordados con la frase "Home tweet home" y la decoración con formas de aves daban la sensación de vivir el mismo ambiente virtual, pero en carne y hueso.

Finalmente, llega el llamado. "Biz te está esperando", dijo el recepcionista, mientras me preparaba para mi primer encuentro de más de 140 caracteres con Biz Stone, director creativo de Twitter y uno de sus creadores.

Cambio de foco


Tal como la mayoría de quienes dominan hoy la industria de la tecnología, Isaac "Biz" Stone es un gurú encubierto. Sin formalidades ni delirios de grandeza, Stone es una de esas figuras que dejan que su proyecto hable antes que él.

Tiene 36 años, es casado y, antes de dedicarse por más de una década a las redes sociales, ingresó a estudiar Arte en la Universidad de Massachusetts, Boston, pero sólo duró un año.

De allí inició un rumbo independiente por los negocios, siguiendo el pulso de la red: participó en la creación de Xanga y Blogger, dos plataformas de blogging. ¿Cómo dio el salto al microb logging?

"Con Evan Williams -otro de los co-fundadores- nos conocimos trabajando en Odeo, un sistema para subir y compartir podcasts". Un proyecto que prometía, pero con el cual ninguno de los dos se sentía emocionalmente comprometido. Decidieron tomar un break.

"Nos olvidamos del proyecto por dos semanas para empezar a crear lo que nosotros de verdad queríamos hacer", explica. La idea era crear un sistema de comunicación en tiempo real utilizando los mensajes de texto de los celulares. ¿Por qué? Simplemente porque hay más celulares que conexiones a internet.

Ya con la visión lista, le pidieron la ayuda a uno de los ingenieros amigos del proyecto, llamado Jack Dorsey, para poder crear el primer prototipo de la idea. Así, fruto de tres padres visionarios, había nacido Twitter.

La necesidad de twittear

Por supuesto, el Twitter de esa época era muy diferente al de hoy. "Era una red que se contenía casi solamente en San Francisco. Además, no fue creado con un objetivo en específico. De hecho, al principio Twitter era básicamente una gran caja vacía con un botón de enviar".

Por lo mismo, nadie sabía muy bien qué hacer. Así, dos grandes cambios se introdujeron al sistema y lo transformaron para siempre: un sitio web y una pregunta: ¿qué estás haciendo? El sitio permitió que comenzaran a aparecer twitteros por el mundo, mientras que la pregunta llegó para dar a los usuarios una razón para twittear.

"La pregunta, en tanto, motivó a crear mucho más contenido, lo que sirvió para estimular a otros a escribir. Es mucho más fácil explicar qué es Twitter viendo lo que otros hacen que mirando una caja vacía", dice.

Pero la masividad era sólo el primer paso. A ojos de Biz Stone, había que encontrar la necesidad para twittear, crear en los usuarios la concepción de lo que él llama "el momento". Explica: "Hay momentos en los que mandar un email es adecuado, o donde mandar un mensaje de texto se vuelve la mejor opción, pero Twitter, al ser algo nuevo, carecía de esa naturalidad".

Y así es como decidieron perfilarse como una herramienta de información masiva en tiempo real. Para explicarlo, Biz utiliza el ejemplo de la "mascota oficial" del sitio: los pájaros.

"Twitter es como una bandada de pájaros moviéndose alrededor de un objeto. Desde fuera parece coordinado y hasta hermoso, pero la mecánica es más simple: un grupo de individuos comunicados en tiempo real, lo que les permite moverse como uno".

Y así rápidamente se convirtió más que en una red, en un agente social. Las personas pueden desde organizar una fiesta o una salida al cine hasta montar una protesta o mandar ayuda para una catástrofe.

Dos años después, cuando Twitter ya estaba consolidado como herramienta para informarse en tiempo real, la pregunta cambió a "Qué está pasando". Por fin se había aprendido a pensar en 140 caracteres.

El factor Google

Otro de los factores que une a los fundadores de Twitter es que todos de alguna manera u otra estuvieron relacionados con Google, ya sea trabajando para ellos o bien vendiendo sus proyectos -como Blogger- a la empresa. De su trabajo en el gigante de las búsquedas, Biz Stone cree que obtuvieron grandes lecciones que hasta el día de hoy han aplicado para la formación de Twitter.

Con Google aprendieron a pensar en grande. "Sus fundadores siempre piensan cosas como qué tal si hacemos un mapa del oceáno o que tal si escaneamos cada libro en el mundo. Y lo hacen".

Así es como en Twitter, sinceramente piensan que a través de esta herramienta es posible generar un cambio social. "El futuro de los negocios es pensar cómo tu producto puede ayudar a la gente, pero no necesariamente siendo altruista, sino que otorgándole un significado a lo que la gente hace".

Ambas empresas también comparten la idea de mantener grandes ambientes laborales. Sin tener las comodidades de Google, en Twitter cada persona tiene un objetivo específico, una pequeña área a su cargo. Las oficinas, aunque pequeñas, buscan mantener el contacto entre empleados: sillones que invitan a la conversación, una sala para almorzar que en la noche puede albergar una fiesta y, sobre todo, muchas salidas a terreno. Eso sin contar una sala de juegos con flipper incluido. Para esto ayuda el que la compañía sea pequeña, aunque grande en comparación a tres años: de ocho empleados pasaron a 200.

En Twitter también suelen trabajar pensando que cada semana es la más importante de la historia del sitio, y tienen algo de razón: más de 200 millones de cuentas creadas y 190 millones de visitas sólo al sitio web -que tiene un 30% de todo el uso- la tienen en su mejor momento. Y por eso, sus trabajadores sienten que son parte de algo importante.

Además de las similitudes, también hay diferencias. La principal, según Stone, es que Twitter nunca ha olvidado que su principal objetivo son las personas. "Mientras Google se ve a sí misma como un triunfo de la tecnología, nosotros nos vemos como un triunfo de la humanidad". Y añade: "La herramienta es simple, pero la gente ha logrado grandes cosas".

Recuerda así uno de los twitteos que más lo han marcado: un estudiante universitario egipcio que fue arrestado y mandó por la red social la palabra "Arrested". Horas después, gracias a sus amigos y consejeros de la escuela logró salir en libertad, lo que también comunicó con una palabra: "Freed". "Esto demuestra el poder que puede tener una sola palabra con la herramienta indicada". Y eso es finalmente lo que pone más orgulloso a Stone. "No se trata de ver quién consigue más seguidores, sino de quién logra mover más gente con sus palabras", sentencia Biz.

¿Y su futuro? Está bastante claro. Seguir comprometido con el servicio, que a su juicio todavía no morirá, porque "el próximo Twitter será Twitter".