A pesar de tener más de 40 años de historia, nadie podría asegurar que Black Lightning está en la primera línea de popularidad en el mundo de DC Comics, donde cohabitan Batman y Superman. Ni si quiera en la segunda línea. Pero hoy, por motivos de contexto, es quizás uno de los más relevantes. El martes se estrenará en Netflix la serie Black Lightning (un episodio nuevo cada martes), que lleva a la pantalla chica al héroe homónimo, uno de los primeros personajes afroamericanos de DC.
Hoy, en medio de un contexto en donde el racismo sigue siendo un problema de fondo en la sociedad norteamericana, el superhéroe llega a diversificar la oferta televisiva del género. No sólo por su color de piel, sino porque la historia completa del personaje es atípica: Jefferson Pierce (Cress Williams) es el cuarentón director de una escuela pública con la habilidad de manejar la electricidad a voluntad, retirado hace casi una década de sus labores como justiciero, cuando utilizaba el alias de Black Lightning ("rayo negro"). Pero luego de ver a sus hijas secuestradas por una nueva pandilla que aterroriza a su comunidad, Pierce decide nuevamente ponerse su traje y retomar su vida de superhéroe, a pesar del costo familiar que eso conllevará.
En Estados Unidos, la serie es emitida por The CW (el equivalente norteamericano de Warner Channel), que también tiene las producciones de superhéroes Arrow, Flash, Supergirl y Legends of tomorrow, aunque los creadores de la historia han sido enfáticos que el personaje existe en su propio universo, y no se mezclará con las otras producciones.
La serie ha sido, sorpresivamente, elogiada por la crítica en la antesala de su estreno (anoche debutaba en Norteamérica): "Black Lightning establece una nueva vara para el género", afirmó el portal Collider, mientras que USA Today aseguró: "Hoy hay tantas series de superhéroes que arriesgan transformar estos personajes en algo común y ordinario. Por eso es gratificante ver que un nuevo héroe puede aún emocionarnos".