Joseph Blatter, presidente de la FIFA, debió enfrentar duros cuestionamientos de la prensa en su visita a Río de Janeiro, donde este miércoles se confirmaron las fechas de inicio y término del Mundial 2014.
"¿Cómo pueden los brasileños, que están financiando el Mundial, confiar en usted?", preguntó un periodista, generando la incomodidad del suizo.
Blatter expresó que "no me gusta cuando se habla genéricamente de corrupción en una rueda de prensa. Prefiero una pregunta clara. Si se considera el mercado internacional, la confianza en FIFA sigue existiendo, no sólo para 2014, sino también para los Mundiales de (Rusia) 2018 y (Qatar) 2022. Nuestros socios confían en nosotros".
El timonel de la FIFA también debió responder a consultas relacionadas con las críticas que realizó el presidente del Consejo de Vigilancia del Bayern Múnich, el ex seleccionado alemán Karl-Heinz Rummenigge, quien anunció su intención de poner en marcha una "revolución" contra "los corruptos que gobiernan el fútbol".
Blatter respondió que "ustedes deben indagar al señor Rummenigge qué quiso decir con esto. El señor Rummenigge debería preguntar qué piensan los 186 presidentes de federaciones nacionales que votaron por mí (en la elección que le dio un nuevo mandato el 1 de junio pasado)", reaccionó un molesto Blatter.
El dirigente agregó que "existen 300 millones de personas vinculadas al fútbol y no todas son personas buenas. Estamos tomando medidas no sólo para hacer frente a las denuncias de sobornos, sino también a otros problemas, como dopaje, discriminación, arreglos de resultados de partidos, apuestas ilegales".
Finalmente Blatter pidió que "dejen trabajar a la FIFA para avanzar. No soy un dictador como se dice... Como máximo en 2012 tendremos listo nuestro nuevo enfoque para los que dicen que no hay trasparencia en la FIFA... Estamos haciendo mucho, pero necesitamos tiempo para hacerlo paso a paso".