El fabricante automovilístico alemán BMW anunció hoy en Múnich que cerró el tercer trimestre del año con un resultado récord que demuestra que ha dejado completamente atrás la crisis que tanto golpeó al sector automotor.

"Estamos muy satisfechos con el desarrollo de nuestros negocios en el tercer trimestre", afirmó su presidente, Norbert Reithofer, en un comunicado.

Según dijo, la subida de ventas y facturación permiten corregir al alza las previsiones para el conjunto de 2010. "Queremos subir significamente nuestro resultado empresarial este año", señaló Reithofer.

Para el ejercicio en curso, la compañía espera un fuerte crecimiento y unas ventas mundiales de más de 1,4 millón de vehículos. También para el cuarto trimestre se prevé un importante incremento de ventas.

BMW registró unas cifras históricamente positivas gracias, sobre todo, a sus buenos negocios en los mercados estadounidense y asiáticos, especialmente en el chino.

En los nueve primeros meses del año, el beneficio neto del grupo se alzó hasta los 2.000 millones de euros (US$2.808 millones), tras los 47 millones de euros del mismo período de 2009. La facturación creció más de un 20% hasta los 43.730 millones de euros.

Hasta finales de septiembre, BMW vendió alrededor de 1,1 millón de vehículos de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce, cerca de un 13% más que en el mismo plazo del ejercicio anterior.