Como una ingeniosa forma de elevar las ventas, BMW está llamando a sus empleados a manejar autos de la propia marca. Así, apeló a que los trabajadores cambien sus automóviles por alguno de los modelos que ofrece BMW, según informa el diario británico Financial Times.
En lo que va de esta política, la empresa ha "cazado" a unos 7.000 empleados que conducen Audis, Mercedes y otras marcas rivales y va a tratar de convencerlos para que conduzcan un BMW.
"¿Cuál es el problema? Te gusta trabajar para nosotros. Le tienes cariño a tu lugar de trabajo y a tu salario. Pero estás conduciendo un coche de la competencia", es lo que dicen los mensajes que se han colocado en los parabrisas de los autos estacionados en las fábricas de BMW en Alemania.
Estas tarjetas sirven para pedir un test de conducción de algún BMW, solicitar información sobre las ventas y detalles de como cambiar un auto de otra marca por un BMW.
Las ventas de autos en Europa han caído al menos un 14% en los primeros cinco meses del año, según los datos de IHS Global Insight. El año pasado, BMW vendió 1,4 millones de coches, y sus 100.000 empleados compraron menos de 8.000 vehículos.
Esta campaña no es la única de este estilo que se está llevando a cabo en el mundo. En Japón, compañías como Panasonic y Toyota han pedido a sus empleados que compren los productos de sus empresas. Estas tácticas son bastante comunes entre los fabricantes de coches, que normalmente ofrecen descuentos a sus empleados.
Es más, en algunas firmas de Estados Unidos y Alemania se prohíbe aparcar en los parkings de las empresas coches de otras marcas y se prohíbe que los proveedores utilicen coches de marcas rivales.