El anémico mercado automotor de Brasil está recibiendo impulso de los automovilistas acaudalados que compran ávidamente modelos Mercedes y BMW en un contexto en que los incentivos impositivos están poniendo a los vehículos más lujosos más al alcance del bolsillo.

El segmento de lujo, que creció 32% en el primer trimestre, destaca dentro de un panorama de ventas totales de vehículos que cayeron 5%, según dos asociaciones automovilísticas locales.

Los altos aranceles a las importaciones han hecho que los modelos más elegantes sean demasiado caros para todos excepto para los conductores del nivel más alto.

Las marcas de lujo se han adaptado a las necesidades del mercado local, centrándose en los autos de nivel inicial, como el hatchback Mercedes Clase A 200 Turbo, que se vende al por menor por unos 111.000 reales (US$49.471).

Dado que el Corolla de Toyota tiene un precio de aproximadamente 93.000 reales y el Accord de Honda cuesta 120.000 reales, los brasileños de billetera abultada están picando más alto.

"Hemos entrado a un segmento de clientes nuevos en lo que hace a estilo y precio", dijo Dimitris Psillakis, director gerente de autos de pasajeros de Mercedes-Benz en Brasil.


Si bien las estrictas normas sobre préstamos bancarios limitan a los consumidores de clase media, los compradores más prósperos se ven beneficiados por las exenciones impositivas a los vehículos importados que reciben fabricantes como Daimler AG y Bayerische Motoren Werke AG, que han prometido comenzar a montar autos localmente.

"Este mercado tiene demanda de ese tipo de vehículo. No hay problemas de crédito con el perfil del cliente premium", explicó Flavio Meneghetti, presidente de la asociación de concesionarias de autos, conocida como Fenabrave.

"Estas marcas aumentaron el volumen de ventas en el segmento de lujo de nivel inicial", apuntó.

Apostar a Brasil

Las automotrices apuestan a Brasil aun cuando se proyecta que el crecimiento económico en la mayor economía de América del Sur se desacelerará de un índice promedio de 2% en 2011-2013 a 1,8% este año. Sin embargo, a las automotrices las alientan los indicadores fundamentales subyacentes.

A eso se debe en parte que BMW invierta 200 millones de euros (US$276 millones) en su primera planta brasileña, dijo Arturo Piñeiro, máximo responsable ejecutivo de BMW en Brasil.

"La decisión de invertir dinero en el país es seria y profunda y va más allá de la inestabilidad económica de hoy, que no me parece tan dramática como dice todo el mundo", declaró Piñeiro.

La primera fábrica brasileña de BMW iniciará la producción este año, y Audi AG, Jaguar Land Rover y Mercedes de Daimler seguirán sus pasos.

"Brasil es el cuarto mayor mercado automotor del mundo y el séptimo en producción, y además tenemos el desarrollo de las clases sociales latentes", agregó Piñeiro.

"El futuro podría ser interesante para nosotros y por eso tenemos que estar aquí para explorar ese mercado", acotó.