Los astronautas de la Nasa que estarán a bordo de la nueva nave espacial de Boeing vestirán unos nuevos trajes de color azul que son más ligeros, simples y más cómodos que aquellos que vestían los científicos en la era del Space Shuttle.
Los nuevos trajes de la cápsula comercial Starliner pesan cerca de 9 kilogramos contando todos sus accesorios, un peso mucho más cómodo que aquellos de color naranjo que agregaban 13.6 kilogramos a cada astronauta. Otra de las ventajas que tienen es que posee guantes que permiten utilizar pantallas táctiles y cascos blandos que se encuentran incorporados en el mismo traje.
"Es mucho más ligero, más entallado y es mucho más simple, lo cual siempre es mejor", señaló Eric Boe, astronauta de la Nasa. "Los sistemas que son más complicados tienen más formas para romperse".
Boe es uno de los astronautas que actualmente se encuentra en entrenamiento para volar el Starliner y la capsula Dragon del SpaceX, dos compañías que están desarrollando métodos para proveer servicio de transporte hacia y desde la Estación Espacial Internacional y que deberían estar en funcionamiento en los próximos años.
Estos trajes servirán para mantener a los astronautas a salvo en caso de una emergencia.