Insurgentes islamistas atacaron el domingo las afueras de la principal ciudad del noreste de Nigeria, Maiduguri, enfrentándose con el Ejército en un tiroteo en el que murieron al menos ocho personas, según dijeron testigos presenciales y una fuente de seguridad.
El grupo extremista Boko Haram ha matado a miles de personas desde que lanzó su rebelión en Maiduguri hace cinco años y quiere que la ciudad se convierta en la capital de un estado islámico independiente.
"Hay un intercambio de disparos intenso. Todo el mundo está aterrorizado y tratando de huir de la zona", dijo Idris Abubakar, un residente de Polo, en la periferia oeste de la ciudad.
La creciente violencia por parte de los insurgentes es un dolor de cabeza para el presidente Goodluck Jonathan, que se enfrenta a unas disputadas elecciones el 14 de febrero.
La captura de Maiduguri sería una gran victoria para Boko Haram, que actualmente controla zonas principalmente rurales a lo largo de las fronteras de Camerún y Chad que conforman un territorio del tamaño de Bélgica.
El residente local Babagana Lawan dijo que cayó una granada sobre su casa, matando a su hermano y a dos trabajadores de la fábrica que vivían con él.
Una fuente de seguridad confirmó el ataque, pero dijo que se habían movilizado tropas para tratar de repeler a los insurgentes.
Boko Haram se ha convertido en la principal amenaza de seguridad para la estabilidad de la economía más grande y el principal productor de petróleo de África, y supone un peligro creciente para los países vecinos.