Muchos años después de los hechos, Bianca rememora la época cuando con su hermano tenían que recurrir a sucios trucos para sobrevivir. Ella se llevaba la peor parte, prestando favores sexuales a Maciste, un físicoculturista y ex estrella de cine italiano, que ahora está ciego y retirado. El objetivo: descubrir dónde su cliente esconde una caja fuerte llena dinero. Esa es la trama de Una novelita lumpen (2002), la última novela que publicó en vida Roberto Bolaño.
La novela es la fuente de inspiración para una versión teatral que se estrena el 13 de agosto en Lastarria 90. Se trata de Rota, con guión del dramaturgo Luis Barrales (Niñas araña) y dirigida por Mario Horton. "Nuestra versión es bien distinta al libro. El conflicto central y los nombres se conservan, pero la historia se cuenta a través de un sinfín de hechos que hemos elaborado. Rescatamos, eso sí, el espíritu de la novela, la amoralidad con la que Bolaño escribe", dice Horton, quien junto a la actriz Nathalia Aragonese crearon la compañía Teatro M.A.R, especialmente para adaptar la novela al teatro.
LA CARNADA
Hace cuatro años, Aragonese, leyó la novela de Bolaño y se obsesionó con los personajes. "Lo único que pensaba era llevarla al teatro. Me contacté con Barrales y con Mario, y el año pasado ganamos el Fondart para adaptarla. Los derechos son muy difíciles de conseguir, así que optamos por una versión libre", cuenta la actriz, que participó en Santa Juana de los mataderos, dirigida por Rodrigo Pérez en 2007.
En la novela, Bianca -interpretada por Aragonese- ha quedado huérfana junto a su hermano Carlo, luego que sus padres murieran en un accidente automovilístico. Su sufrimiento no sólo se remite a sus encuentros con Maciste, sino también a los abusos sexuales de los dos amigos de su hermano. El elenco se completa con Julio Jung, en el papel del ex fisicoculturista, Manuel Saez, como Carlo, y los dos amigos interpretados por Rodrigo Soto y Daniel Antivilo.
"La obra toca transversalmente el tema de la pedofilia y de esta rara historia de amor entre el viejo Maciste, y la adolescente Bianca, pero también habla de la soledad: los hermanos son huérfanos, hay uno que es inmigrante y el otro es un viejo acabado. Todos deben convivir con estas soledades", señala Horton.
El diseño, a cargo de Fernando Briones, contempla una escenografía inspirada en el trabajo del artista Gordon Matta Clark: una casa partida que simboliza como el mundo roto de los personajes. En tanto, la obra sucede en un tiempo y lugar indeterminado, a diferencia de la novela de Bolaño que se sitúa en Roma. "Es una historia muy universal, puede ocurrir en cualquier lugar", concluye Aragonese.