El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de  Bolivia autorizó oficialmente desde este sábado las campañas partidarias  públicas para el referendo de febrero de 2016 en que los ciudadanos votarán Sí  o No a una nueva reelección hasta 2025 del presidente Evo Morales.

El mandatario izquierdista y de raíces indígenas, que rompió en octubre el  récord de mayor permanencia en el poder en Bolivia, inició en enero su tercer  período que concluirá en 2020, y aspira a una cuarta gestión desde 2020 la 2025.

Si en el referendo a realizarse el 21 de febrero próximo vence el Sí,  Morales estará autorizado para presentarse a las elecciones generales de  diciembre de 2019, en caso contrario, deberá entregar el mando a su sucesor  constitucional en enero de 2020, luego de catorce años en el poder (asumió en  2006).

El TSE aprobó en una reunión vespertina el viernes el calendario de trabajo  que se inició este sábado con la campaña electoral, en plazas y otros espacios  públicos, hasta el 17 de febrero.

Sin embargo, con mucha antelación, tanto el oficialismo como la oposición  habían iniciado extraoficialmente sus respectivas campañas extraoficiales.

Según sondeos previos, Morales ganaría el referendo pese al desgaste de su  gestión.

Una encuesta elaborada por la consultora Ipsos y divulgada en octubre por  la red de televisión privada ATB, indicó que un 49% de los bolivianos aprueba  un eventual nuevo mandato de Morales, mientras otro 39% lo reprueba.

Morales llegó al poder en 2006 con 54% de los votos, luego revalidó el  cargo con 64% para el periodo 2010-2015 y con 61% para la gestión 2015-2020.

La oposición afirma que -al igual que por medio de este referendo de  reforma parcial de la Constitución- el gobernante forzó la obtención del tercer  mandato con una interpretación particular de las leyes.

Morales alega que su tercera postulación se concretó luego de que en 2013  el Tribunal Constitucional considerara que su primera gestión comenzó en 2010  bajo la nueva Carta Magna aprobada en 2009, la cual sepultó la antigua  República para dar paso al actual Estado Plurinacional.