Durante la XXII cumbre Iberoamericana el Presidente Evo Morales pidió a Chile deponer "posiciones conservadoras" y avanzar en las negociaciones que permitan una salida al pacífico para su país, asegurando que si no hay acuerdo podría recurrir a la justicia internacional.
"Reitero el llamado sincero al gobierno chileno para deponer posiciones conservadoras, por el bien de nuestros pueblos", dijo Morales en la cumbre celebrada en Cádiz, agregando que denunciaba el "injusto enclaustramiento" de su país, en una situación que, según afirmó, "no solamente impide cerrar heridas que dañan las relaciones en la región, sino que también constituye un obstáculo para una verdadera integración de nuestros países".
Morales recalcó que "Bolivia nunca va a renunciar al diálogo y por eso hemos llamado al gobierno chileno a reparar. No obstante, "si no hay solución, como cualquier país tiene derecho a apelar a los tribunales internacionales", agregó, recordando que ya Perú llevó un diferendo con Chile ante la corte internacional de La Haya.
Por su parte el Presidente Sebastián Piñera limitó su discurso ante el plenario a comentar que la cuestión debe ser objeto de conversaciones bilaterales, y no de un ámbito multilateral como la Cumbre Iberoamericana.
Morales se retiró de la cumbre asegurando que tenía compromisos adquiridos con anterioridad en su país.