El gobierno boliviano ratificó este martes su  decisión de acudir a una corte internacional para solucionar su diferendo  marítimo con Chile, ante la imposibilidad de lograr un acuerdo a través del  diálogo bilateral, según declaró una fuente de la cancillería.

"Ya que Chile es incapaz de sentarse a dialogar con Bolivia, seguramente  tendremos que sentarnos frente a una corte internacional", afirmó el  vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde, en entrevista exclusiva con la  emisora privada Compañera.

"Al igual que Perú, que no logró encontrar mediante el diálogo una solución  al tema del límite marítimo con Chile, Bolivia tiene todo el derecho de acudir  a instancias pacíficas de solución de controversias", acotó Alurralde,  remarcando el carácter diplomático de esta opción.

La autoridad se mostró esperanzada en que el tribunal internacional "sea el  espacio donde Chile recapacite" e informó que Bolivia sigue "trabajando en la  (preparación) de la demanda", aunque no precisó la fecha de su presentación.

"Ojalá en el futuro retorne un poco la racionalidad al gobierno de Chile,  tal vez con el cambio de autoridades que permita volver a encontrar caminos de  manera conjunta", señaló el segundo jerarca de la diplomacia boliviana.

Los mandatarios de Bolivia y Chile han intercambiado ásperos mensajes en  los últimos días respecto al tema marítimo.

Evo Morales en la cita anual de Naciones Unidas en Nueva York manifestó que  "Chile no puede ignorar el derecho boliviano. Mucho menos prolongar en el  tiempo el encierro geográfico impuesto por la fuerza a Bolivia".

De su lado, el presidente Sebastián Piñera, respondió que hará "que se  respeten los tratados que Chile ha firmado y va a defender con toda la fuerza  del mundo nuestro territorio, nuestro mar, nuestro cielo y nuestra soberanía".

Poco después de llegar a Lima, donde participa en la III Cumbre de Jefes de  Estado y de Gobierno de América del Sur y Países Árabes (ASPA), Evo Morales   sentenció que "el gobierno de Chile no solamente es una amenaza para Bolivia,  sino también para Perú; Chile es un peligro para la región".

Alurralde reiteró la queja boliviana de que el gobierno de Santiago no  acata ninguna de las once resoluciones aprobadas por la OEA sobre procurar una  solución a la demanda "con soberanía y sin compensación territorial".

Bolivia y Chile suspendieron sus relaciones diplomáticas en marzo de 1978  al no haber alcanzado un acuerdo satisfactorio sobre este asunto, lo que llevó  al presidente Morales a anunciar la presentación de una demanda ante un  tribunal internacional, probablemente la Corte Internacional de Justicia de La  Haya.