El gobierno boliviano revisará sus planes  de instalar una planta de energía nuclear con apoyo de Irán, como consecuencia de los problemas en la central de Fukushima, en Japón, provocados por el terremoto y el tsunami que lo siguió.

El presidente de ese país, Evo Morales, declaró que "lo que pasó en Japón nos hace reflexionar e iniciar un debate democrático sobre este asunto, porque ningún país puede desarrollar energía nuclear que afecte a la vida".

Morales hizo la declaración este lunes, en conferencia de prensa, a propósito de un anuncio hecho en octubre sobre el interés de los gobiernos de Bolivia e Irán de desarrollar un programa conjunto para generar energía nuclear con fines pacíficos.

El gobernante puntualizó que si la energía nuclear "trae consecuencias fatales, estamos obligados a revisar nuestra posición porque los acuerdos deben servir para beneficiar vidas y no para acabarlas".

"Creo que es necesario reflexionar con profundidad sobre la energía nuclear, porque debe servir para la vida y no atentar contra la supervivencia de la humanidad", añadió Morales.