Una fuerte inquietud había ayer en la Cancillería chilena. De acuerdo con información que manejaban en el edificio Carrera, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, anunciará hoy su decisión de -finalmente- concretar una demanda contra Chile en cortes internacionales por una salida al mar.

El mandatario abordará el asunto en la tradicional conmemoración del Día del Mar, que recuerda la primera acción militar de la Guerra del Pacífico, en que Bolivia perdió el control de Calama.

En 2011, el gobernante había anunciado su voluntad de recurrir a cortes internacionales, congelando el diálogo con la administración de Sebastián Piñera. Esto gatilló dos años de fuerte tensión, en los que Chile puso como condición que La Paz abandonara la idea de demandar para retomar el diálogo.

Ayer, en la Cancillería chilena estaban al tanto de que Palacio Quemado ha trabajado no sólo en una, sino que en dos opciones de demandas, las que podrían ser impulsadas de manera paralela.

En este cuadro, ayer, en Santiago había una alta expectativa sobre cuál sería el anuncio de Morales. Algunos esperaban que el mandatario sólo confirmara que interpondrá una demanda, sin entrar en detalles de forma y evitara poner plazos. Así, instalaría la amenaza de litigio -con un fuerte mensaje a la opinión pública de su país en vísperas de la campaña presidencial de 2014-, pero abriendo una ventana de nogociación con el próximo gobierno chileno.

El tema fue abordado por Morales, en la cita de cuatro horas que tuvo el miércoles en Palacio Quemado, con sus antecesores Eduardo Rodríguez, Carlos Mesa, Jorge Quiroga, Jaime Paz Zamora y Guido Viloso. Además, estuvieron los ex cancilleres Armando Loaiza, Javier Murillo, Carlos Iturralde, Carlos Saavedra y Gustavo Fernández.

Ahí, según fuentes paceñas, Morales explicó que la primera opción es demandar ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya, la misma donde Perú inició el litigio con Chile. En este libelo, La Paz reclamará que Chile ha abierto numerosos procesos de negociación, comprometiéndose a encontrar una salida al mar, sin cumplir. Son "actos que generan obligaciones", "compromisos oficiales incumplidos", se explicó, aludiendo a la existencia de "derechos expectaticios".

Incluso, se mencionaron ejemplos. Uno, la negociación de 1950, en que Chile -a través de nota diplomática- dijo estar "dispuesto a estudiar la posibilidad de satisfacer las aspiraciones" paceñas.

Otro: las resoluciones de la OEA, en que se insta a ambos países a dialogar para resolver el asunto. De ellas, tres tienen alto valor para La Paz: las de 1980, 1981 y 1983, pues contaron con el respaldo de Chile. En ellas se insta, por ejemplo, a iniciar "un diálogo que permita la solución más satisfactoria del problema marítimo boliviano". También se mencionarán las negociaciones de Charaña de fines de los 70 y la "Agenda de 13 puntos" entre Michelle Bachelet y Evo Morales.

Con este diseño, Bolivia abandona la postura de cuestionar la validez del Tratado de Límites de 1904. En 2011, La Paz ratificó su adhesión al Pacto de Bogotá de 1948, que obligaría a Chile a responder una demanda internacional. Aunque al ratificarlo, Bolivia agregó una reserva: no reconocía el artículo que le prohibía demandar por asuntos resueltos antes de 1948, como es el caso del Tratado de 1904. Esta semana, como prueba de que se abandonó la idea de cuestionar el Tratado, el Congreso paceño aprobó una norma para levantar la reserva al Pacto de Bogotá.

La segunda opción, explicó Morales y su equipo el miércoles, es recurrir a la Corte Permanente de Arbitraje, también con sede en La Haya. El objetivo de esta demanda es distinto: más que pedir una salida al mar, es denunciar que Chile no ha cumplido aspectos del Tratado de 1904, como permitir el libre tránsito de cargas bolivianas a través de puertos chilenos.

Según las mismas fuentes, en la cita del miércoles pasado, los ex presidentes Mesa y Paz Zamora respaldaron la primera alternativa de demanda. A su turno, Quiroga hizo varias consultas.

En cuanto a la segunda opción, ex cancilleres como Fernández y Loaiza opinaron que impulsar más de un litigio al mismo tiempo mostraría a Bolivia como conflictiva. Además, dijeron que para recurrir a la Corte de Arbitraje era necesario concordar previamente los términos del arbitraje con Chile, algo visto como imposible.

Ante estas dudas, Morales indicó que la segunda opción de demanda puede ser vista como un "Plan B".

Ambos ex cancilleres también plantearon a Morales considerar que en Chile habría un cambio de gobierno, por lo que el diálogo podría retomarse en 2013.