Tal como muchos deportistas a través del mundo, el velocista jamaicano Usain Bolt confesó hoy que se toma con total relajo los días previos a las competencias y, si bien tiene opciones de salir a conocer las ciudades que visita, prefiere quedarse en su cuarto de hotel jugando videojuegos.

El plusmarquista disputará hoy desde las 14.30 la final de los 200 metros planos en el Mundial de Berlín (ya marcó récord mundial en 100 metros el domingo), y confesó que su única salida en los últimos días ha sido para comprar pollo frito en un restaurant McDonald's.

"En realidad, no me interesa visitar museos o monumentos históricos. Prefiero quedarme en mi habitación y divertirme con los videojuegos, entre los cuales prefiero los de fútbol", relató el hombre más rápido del mundo.

"Cuando juego contra mí mismo, gano. En cambio, si desafío a  otra persona, seguro que pierdo", confesó avergonzado, antes de comentar que en los videojuegos de fútbol siempre elige jugar con Manchester United".

Nuevas "amenazas" desde Estados Unidos

Pero no todo es calma para Bolt en Berlín, puesto que el estadounidense Shawn Crawford, quien ganó la medalla de plata en 200 metros de Beijing por detrás del jamaicano, reiteró las "amenazas" de cara a la final de hoy.

"Ayer dije que era un cazador de dragones y la única forma en la que voy a matar a mi dragón es cortar su cabeza (...) Voy a intentar conseguirlo", destacó Crawford.