Un artefacto explotó hoy en la ciudad de Karachi, al sur de Pakistán, en un hospital donde estaban siendo atendidos los heridos de un atentado suicida, que horas antes había dejado al menos 14 muertos y medio centenar de heridos, informaron medios los locales.
Le explosión en el hospital, cuyo origen aún noes esclarecido, tuvo lugar en el estacionamiento del sector de emergencias, donde había unas 200 personas. Hasta el momento, habría al menos diez muertos producto del segundo ataque, según informaron fuentes no oficiales.
El primer ataque tuvo lugar alrededor de las 15.00, hora local, cuando un motorista suicida, cargado de explosivos, se lanzó contra un bus en el que viajaban peregrinos chiies camino a una celebración religiosa en la ciudad pakistaní Karachi, informó a la agencia EFE una fuente policial.
La ciudad meridional de Karachi ha sido sacudida, en el último mes, por grandes olas de violencia étnico-política que se han cobrado la vida de más de ochenta personas. A finales de 2009, otro potente atentado suicida contra una procesión chii causó la muerte de al menos 40 personas.
La corriente musulmana chii representa en torno a un 20 por ciento de la población en la república islámica de Pakistán, donde la mayoría de los creyentes son sunies.