Apenas cuatro días después de haber sido devastado con un ataque químico que dejó 86 muertos, el pueblo sirio de Jan Sheijun fue ayer nuevamente atacado por aviones de combate que dejaron un muerto y varios heridos, según los reportes de residentes obtenidos por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El ataque químico del martes pasado provocó una represalia de Estados Unidos, que lanzó, en la madrugada del viernes, 59 misiles contra la base aérea de Al Shayrat, desde donde el Petágono sostiene despegaron los aviones que llevaban las armas químicas. El gobierno del Presidente sirio, Basher Assad, negó haber sido el responsable del ataque químico contra Jan Sheijun. Según el Ministerio de Defensa de Rusia, las sustancias tóxicas salieron liberadas luego de que un ataque aéreo de Siria alcanzó un arsenal de armas químicas rebeldes y una fábrica de municiones al este de la ciudad.

Los Comités de Coordinación Locales, otro grupo de monitoreo, atribuyó el ataque de ayer en Sheijun -de acuerdo a The Associated Press- a un avión ruso de combate. En ese sentido, la cadena CNN señaló que no estaba claro quién había realizado el ataque, aunque dijo que sólo los aviones rusos y del régimen sirio han estado bombardeando esa área de la provincia de Idlib ocupada por los rebeldes.

Por otro lado, el diario The Washington Post señaló que grupos de monitoreo reportaron que jets estaban ayer despegando de la base Al Shayrat. Así, según CNN, un video subido a la red social Instagram por un periodista del canal estatal Rusia -24 muestra un jet en rodaje por la pista con el siguiente mensaje: "De vuelta al trabajo en Shayrat".

Los nuevos ataques en Jan Sheijun, que de acuerdo a reportes parece un pueblo fantasma, ocurrieron justo cuando Rusia, un aliado del régimen sirio, envió la fragata Almirante Grigorovich armada con misiles crucero hacia el puesto de Tartus en el oeste de Siria, en lo que fue considerado una aparente muestra de fuerza en respuesta a la acción de Estados Unidos. De hecho, la OTAN lo calificó como el mayor despliegue ruso en décadas.

"Creo que hay un mal escenario con estas demostraciones de fuerza. El peligro de un enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia en Siria no es agradable y podría tener malas consecuencias", dijo al diario The Guardian, el analista ruso, Fyodor Lukyanov. "Pero existe también un escenario positivo. Para (el Presidente de Estados Unidos, Donald) Trump, una discusión con Rusia sobre la cooperación en Siria era imposible antes porque era una discusión desde una posición de debilidad. Ahora podemos decir que Estados Unidos ha mostrado sus habilidades, ha vuelto a escena y la conversación no será de un solo lado, ninguna de las partes va a dominar y esto crea posibilidades y precondiciones para el diálogo", añadió.

En ese sentido, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov tuvo su primera conversación con su homólogo estadounidense, Rex Tillerson desde el ataque lanzado por Estados Unidos el viernes contra la base siria. En el diálogo, Lavrov dijo a Tillerson que la acción militar "le sigue el juego al terrorismo" y "crea amenazas para la seguridad regional y mundial", dijo la cancillería rusa en comunicado. Además reiteró que su país no era responsable del ataque químico en Jan Sheijun.

Por otra parte, Trump alabó la labor del Ejército por el ataque. "Felicitaciones a nuestro grandiosos hombres y mujeres del Ejército por representar a Estados Unidos y al mundo tan bien en el ataque en Siria", escribió en Twitter.

Si bien la decisión de Trump de lanzar misiles contra la base siria fue aplaudida tanto en Estados Unidos como en la comunidad internacional, muchos analistas criticaron la falta de un plan. "El desafío para Trump en los próximos días será encontrar una forma de capitalizar el buen momento por el ataque y delinear una estrategia que no lo deje atrapado en el conflicto que ya lleva seis años y no muestra señales de terminar pronto", escribió The Washington Post.

En todo caso, el Pentágono ha indicado que no existen planes militares mayores contra Assad y que continuará con sus esfuerzos de derrocar al Estado Islámico en la región.

The Washington Post señala que para hacer progresos en Siria Trump y sus asesores necesitarán actuar rápidamente, desde un ataque planeado y ejecutado de forma rápida, hasta una estrategia diplomática de largo plazo que presiones tanto a Assad como a sus aliados para que se sienten en la mesa de negociación. El diario dice que otros analistas consideran que Estados Unidos debería tomar acciones más drásticas como una zona de exclusión aérea y una zona de seguridad, con el fin de capitalizar la credibilidad que se ganó con el ataque a la base.