Aviones de guerra saudíes bombardearon posiciones de los rebeldes chiítas tanto en el norte como en el sur de Yemen a primera hora del miércoles, provocando explosiones y fuego de supresión desde armas antiaéreas. La ofensiva alcanzó además una fábrica en una ciudad portuaria occidental y 35 trabajadores fallecieron allí, dijeron testigos y funcionarios.

Esta ofensiva se enmarca en la campaña aérea liderada por Arabia Saudí contra los rebeldes yemeníes, también conocidos como hutíes, que entró en su séptimo día. La campaña busca debilitar a los insurgentes, respaldados por Irán y por las fuerzas leales al anterior presidente yemení, Ali Abdulá Saleh, y frenar su toma de poder.

Desde el inicio de su avance el año pasado, los hutíes invadieron la capital, Saná, y varias provincias, y han obligado al actual presidente, Abed Rabbo Mansur Hadi, a huir al extranjero desde la ciudad portuaria de Aden, en el sur del país.

Los ataques del miércoles tuvieron como objetivo campos del ejército controlados por los rebeldes en Hodeida, una ciudad portuaria en la costa del mar Rojo, y alcanzaron almacenes que pertenecían a una planta que fabricaba productos lácteos.

Armas antiaéreas devolvieron el fuego antes de la fábrica se incendiase. Partes del edificio principal se vinieron abajo por explosiones cuando aún había trabajadores en su interior, de acuerdo con al menos cinco testigos y funcionarios. Según el centro médico en Hodeida, al menos 35 trabajadores murieron, muchos de ellos aplastados por los escombros o quemados vivos.

Dos oficiales del ejército dijeron que la planta estaba siendo utilizada como escondite de armas por los rebeldes, y que aunque los bombardeos aéreos arrasaron los almacenes, el edificio principal quedó solo parcialmente destruido, sugiriendo que podría haber sido alcanzado desde tierra. Todos los funcionarios y testigos hablaron bajo condición de anonimato porque no estaba autorizados a hablar con los medios.

Los muertos en Hodeida llegan solo un día después de que grupos internacionales de ayuda expresasen su alarma por el alto número de víctimas civiles en la escalada de la crisis yemení.

Un informe de la agencia para la infancia de Naciones Unidas, UNICEF, publicado el martes dijo que 62 niños fallecieron y 30 resultaron heridos durante los combates de la semana pasada en Yemen. No estuvo claro si las muertes fueron consecuencia de los ataques aéreos o de los enfrentamientos y batallas callejeras que libran grupos rivales en todo el país.

La oficina de la agencia humanitaria de la ONU en Ginebra dijo también el martes que su personal en Yemen confirmó la muerte de al menos 19 civiles cuando un ataque aéreo el domingo alcanzó un campo de refugiados cerca del bastión hutí de Saada, en el norte del país. Al menos 35 personas resultaron heridas, 11 de ellas niños.