"Una vez más"

, tituló en portada este jueves el periódico indio Times of India, uno de los de mayor tirada del país asiático.

"Golpeada de nuevo"

, se pudo leer en la portada del diario Mumbai Mirror.

Un día después de la cadena de explosiones que mató a al menos 21 personas en Bombay

,

los principales medios locales recogen el sentimiento de que la ciudad más poblada de la India se enfrenta a una situación repetida

.

Hace menos de tres años, el 26 de noviembre de 2008, un comando de diez extremistas islámcos fuertemente armado atacó varios objetivos –entre ellos un hotel de lujo y la principal estación de trenes de la ciudad- y mató a 165 personas.

El recuerdo de ese "11-S indio" está muy presente en los habitantes de Bombay

.

Pero no es el único

.

Desde 1993

,

alrededor de 700 personas han muerto en la ciudad en media docena de ataques

.

EN BUSCA DE CULPABLES

De momento, ningún grupo se ha hecho responsable de los atentados de este miércoles y las autoridades indias se muestran prudentes a la hora de señalar a posibles culpables.

"No vamos a señalar a nadie en este momento

.

Estamos investigando a todos los grupos hostiles posibles"

,

aseguró el ministro de Interior indio Palaniappan Chidambaram

.

"Estas investigaciones incluyen a grupos extremistas locales como los Muyaidines Indios, que ya fueron responsables de otros ataques en el pasado. Muchos analistas de seguridad creen que las explosiones de este miércoles llevan su huella", indica Soutik Biswas, corresponsal de la BBC en Bombay

En este contexto, determinar si detrás de los atentados de este miércoles están extremistas paquistaníes o un grupo local, apuntan algunos analistas, es un factor clave para el desarrollo de difíciles relaciones entre los dos países, que retomaron conversaciones formales recientemente.

"Por otro lado, los atentados de este miércoles plantean dudas sobre si las fuerzas de inteligencia volvieron a fallar en Bombay, aunque el Ministerio niega estas acusaciones", señala Biswas.

ESPIRAL DE VIOLENCIA

Sin embargo

,

más allá de los posibles culpables

,

muchos en Bombay se preguntan cómo una ciudad vista tradicionalmente como un ejemplo de convivencia entre confesiones –el 80% de la población es hindú y el 16% musulmana- derivó en esta espiral de violencia

.

"La explicación más común es que al atacar el centro financiero y cultural de la India, se está atacando a todo el país y se está garantizando la atención mediática internacional. Pero eso es sólo una parte de la historia", asegura el corresponsal de la BBC.

Algunos residentes de la ciudad aseguran que todo cambió en 1993, cuando la demolición de una mezquita por fanáticos hindúes desencadenó semanas de enfrentamientos violentos entre ambas comunidades. Al menos 900 personas, la mayoría de ellas musulmanas, murieron como consecuencia de aquellos disturbios.

"Ese es el punto en que el imperio de la ley se quebró, aseguran muchos. Ningún gobierno desde entonces juzgó a los políticos y policías involucrados en aquellos acontecimientos. Sin embargo, se percibió que las autoridades sí actuaron con rapidez contra los islamistas relacionados con los atentados de 2008. Esto llevó a algunos a acusar al gobierno de antimusulmán. Y la semilla de la desconfianza creció con fuerza entre las dos grandes comunidades de la ciudad más cosmopolita de la India", agrega Biswas.

CIUDAD DE CONTRASTES

En 2015 se espera que Bombay alcance los 23 millones de habitantes

.

La ciudad es además el mayor centro económico del país

,

sede de la mayor industria cinematográfica mundial y posee un sector informático floreciente

.

Sin embargo, detrás de esa imagen de éxito, la ciudad sigue manteniendo desigualdades enormes y la mayor parte de sus habitantes vive en barrios de chabolas.

Dharavi, la mayor villa miseria de Asia, en la que habitan más de un millón de personas, es quizá el símbolo más visible de esta situación, que según algunos, sirve de caldo de cultivo para el extremismo y la violencia.

"En muchos aspectos, la ciudad más rica –y más vulnerable- de la India es también la más distópica, la más opuesta a una utopía. Para mí reúne en un solo lugar el Manhattan opulento, el Chicago sin ley de los años 20 y la más infame de las metrópolis de la ficción, Gotham City", sugiere Soutik Biswas.