Después de un fallido debut en Perú dirigiendo a Juan Aurich de Chiclayo, en 2002 Jorge Sampaoli tuvo una nueva oportunidad en ese país. Se trataba de otro equipo modesto, Sport Boys de El Callao, con el que -esta vez- tuvo una destacada campaña en la máxima categoría incaica.
En la ciudad puerto peruana, el casildense es recordado y querido por los seguidores del elenco "rosa", que actualmente milita en la segunda división. También lo es en la Compañía de Bomberos N° 34 de La Punta, en donde el actual entrenador de la Selección Chilena compartió íntimamente con los voluntarios y residentes del cuartel.
Eso sí, desde El Callao se encargan de aclarar un mito: si bien compartió trato y existió un contacto cercano y frecuente, Sampaoli no vivió con los bomberos. "El vivía a un costado del cuartel. No en el cuartel mismo. Es una casa que está en una misma edificación, pero independiente y con otro dueño, pero con pasillos en común", cuenta a La Tercera Alberto Márquez, brigadier de dicha compañía.
"Compartíamos los pasillos y teníamos contacto. El entraba, salía, nos saludaba. Era muy educado. Iba, venía... le decíamos 'el hombrecito'", rememora Márquez, testigo de parte de la aventura peruana de Sampaoli.
Ahondando en los recuerdos, el brigadier describe al DT de la "Roja" en 2002 como "un hombre muy educado, cortés. Le dio categoría a Sport Boys. Acá es querido por su caballerosidad. Nunca tenía un no. Jugaba con los niños... Era muy estudioso. Siempre lo veíamos estudiar".
Además de ser contiguo al cuartel, y aunque era independiente, el lugar donde vivía Sampaoli no tenía grandes lujos. De hecho, Márquez cuenta que "hay otra familia que vive ahí actualmente".
Pero dicha independencia no fue obstáculo para que Sampaoli se hiciera cercano de los bomberos, tanto que el entrenador siempre se interesó en el trabajo de los voluntarios, en especial cuando éstos partían a algún siniestro.
"El preguntaba qué pasaba, pero nunca se ofreció ni participó en una emergencia. Tampoco podría haberlo hecho, no estaba preparado", relata el brigadier, quien -pese a la distancia temporal- realza la figura de Sampaoli: "Tenemos la satisfacción de que viviera y pernoctara junto a nosotros".
Como hincha, Márquez lamenta que "perdimos a una excelente persona, que conocía el ámbito peruano. Es un hombre que llegó y generó un punto de quiebre y categoría".
"Nunca ahorró esfuerzos, y es una suerte que lo tenga una selección", complementa en el cierre, a modo de reflexión final.