Los bomberos iniciaron hoy ataques agresivos por aire y tierra para extender las líneas de contención de un incendio al norte de Los Angeles que ha arrasado más de 56.000 hectáreas.

"Hay mucho trabajo por hacer", dijo al canal KNBC TV4 de la televisión local el comandante Mike Dietrich, del Servicio Forestal de EEUU.

"Ayer los equipos de bomberos contuvieron el 22 por ciento del fuego, que ha ardido por una semana, y lograron algunos avances", añadió

El incendio ha destruido por lo menos 62 casas y otras 27 estructuras, y esta mañana seguía amenazando unas 12.000 residencias y 500 edificios comerciales.

Mount Wilson, en cuya cima se encuentran numerosas torres de comunicaciones de estaciones de radio y televisión y de agencias del Gobierno de EEUU, seguía amenazado por las llamas.

Los bomberos no esperan contener plenamente el incendio por otras dos semanas. El fuego comenzó el miércoles de la semana pasada cerca de una estación de guardia forestal en el distrito de La Canada Flintridge.

Aunque el martes se suspendieron las órdenes de evacuación en partes de La Crescenta, La Canada Flintridge y Altadena, la Oficina de Servicios de Emergencia del Condado Los Angeles mantuvo las instrucciones para los residentes de unas 1.000 casas.

Dos bomberos han muerto en la brega contra los incendios y por lo menos tres personas han sufrido lesiones graves, incluida una pareja que buscó protegerse de las llamas metiéndose en una bañera en Tujunga Canyon.

Las autoridades calculan que los incendios han causado daños que llegan por lo menos a los 13.600 millones de dólares.