Fue una versión distinta de Bon Jovi la que tocó anoche en el estadio Monumental, a tres años de su última presentación en Chile: sin dos de sus miembros fundadores, promocionando un disco que es el de peor marca de su discografía (unas 650 mil unidades) y en un recinto de menor capacidad que el Nacional de 2010. Obstáculos que, sin embargo, no intimidaron al cantante de Nueva Jersey, protagonista de un concierto donde la nostalgia fue el argumento para contestar a un presente problemático.

Casi 40 mil personas acompañaron a la banda, que puso pie sobre la tarima a las 21.35 horas, para inaugurar su repertorio con That's what the water made me, de su disco editado en marzo, What about now, todo sobre un escenario que se extendió a lo ancho del arco norte del Monumental, flanqueado por dos pantallas verticales gigantes y otra atravesando el fondo de la estructura. La histeria de sus seguidores, intacta, tuvo que esperar hasta la segunda canción, You give love a bad name, para desatarse.

Bon Jovi llegaba diezmado a su cuarta presentación en el país: sin el renunciado guitarrista Richie Sambora, sin Héctor "Tico" Torres detrás de la batería, quien motivó la reprogramación del tramo sudamericano de la gira, tras ser intervenido primero del apéndice y después de la vesícula. Sólo se refirió a la ausencia del baterista. "Gracias por su apoyo, él volverá pronto. Ha sido un año duro", comentó cuando llevaba dos horas de presentación. Porque salvo algunos primeros planos para el reemplazante de Sambora, el guitarrista Phil X, y un protagonismo mayor para el único sobreviviente de la alineación clásica, el tecladista David Bryan, el foco estuvo casi siempre reservado para el líder: Jon Bon Jovi desempolvó sus bailes de cadera, se amarró la bandera chilena al cuello y diseminó esa energía bajo la todavía fría noche primaveral de Santiago.

PORQUE PODEMOS

Los canadienses Nickelback subieron al escenario algunos minutos después de las 20.00, sin adolecer de los problemas habituales de su condición de teloneros: inauguraron el sonido robusto de sus canciones y se despidieron cuando alcanzaban la hora de actuación, con el público coreando su principal hit, How you remind me, y su vocalista, Chad Kroeger, comprometiendo regreso al país.

Al igual que Bon Jovi, Nickelback dejaba hoy el país. Los anfitriones, sin embargo, no tenían ninguna actividad en agenda y permanecieron en su hospedaje (el Hotel Noi de Vitacura) desde su llegada, el lunes. Cerca de las 18.40 horas partieron hacia Macul, a bordo de cuatro camionetas y una escolta de Carabineros, donde algunos fanáticos completaban ya una noche de vigilia. El derrotero del Because We Can Tour sigue mañana, en Buenos Aires, para continuar sumando cifras a una gira que ya se apunta como la más rentable del primer semestre de 2013, con unos  71 mil millones recaudados hasta junio, según un informe del sitio web Pollstar.