"Además de hacer mi trabajo, yo tengo que estar más cerca del jugador, que no le falte nada. Marcelo es el director de la orquesta, el que entrega los lineamientos. Por eso yo tengo que ver el tema de la convivencia, que no es fácil en un grupo de 25 jugadores". En agosto de 2007, cuando Marcelo Bielsa estaba cerca de firmar con la selección chilena, Luis María Bonini definía su función en La Tercera.

Los jugadores de la "Roja" hablan maravillas de este preparador físico nacido hace 60 años en la ciudad bonaerense de Punta Alta. El mejor ejemplo fue cuando Humberto Suazo convirtió ante Colombia y corrió a abrazar al hombre de bigotes, que se sienta en el otro extremo del técnico en la banca del Estadio Nacional.

"Aparte de todo el conocimiento que tiene, es un tipo increíble, que tiene mucha cercanía con todos. Siempre anda 'tirando la talla' y eso es bueno, porque nos va quitando presión. Es un tipo muy simple para trabajar. Siempre está cerca de uno y nos está exigiendo. Pero, por sobre todas las cosas, se lleva bien con todos y se ha ganado el cariño del plantel. Es un tipo fundamental para el equipo", explica Rodrigo Millar.

Además, el colocolino agrega que "motiva de la manera como lo hacen los argentinos, con el vozarrón fuerte. Desde el primer día que llegué, siempre me aconseja. Me habla mucho y me dice que trate de aprovechar esta oportunidad. Me dice que me la gané, pero que detrás de mí hay otros 50 jugadores que quieren estar en mi situación", agrega el volante.

Uno que lo conoce de hace tiempo es Waldemar Méndez. El ex portero de La Serena y actual comentarista de CDF lo tuvo entre 1988 y 1991 en Ferro Carril Oeste. "Luis era el nexo entre el técnico y los jugadores. Aparte de su profesionalismo, era el encargado de tirar una broma. El cree que no existen los imposibles, que todo se puede lograr, por eso arenga antes de los partidos".

Un entrenador de básquetbol
Bonini se recibió de preparador físico y también de entrenador de básquetbol. Su carrera la inició justamente en este deporte, hasta que en 1979 un empresario le propuso ir a Canadá a dirigir un equipo de baloncesto. Pero en Ferro no querían dejarlo ir y le ofrecieron trabajar con Carlos Griguol en la primera del club de Caballito.

Nunca más volvió al básquetbol. Fue dos veces campeón con el cuadro verde (1982 y 1984), pasó a River (1987-1988) y retornó a Ferro. Hasta que apareció Marcelo Bielsa en su camino y lo quiso llevar a Atlas. Era 1992 e inició su carrera con el "Loco", que fue interrumpida por sus pasos por Independiente (con Gregorio Pérez) y Rosario Central (con Miguel Russo). Se volvió a encontrar con el actual DT de la "Roja" en Espanyol, en 1998, y a partir de allí nunca más se separaron.

Hoy, los jugadores de la Selección Nacional le agradecen al "Profe". Su cercanía con ellos, sus consejos y sus arengas le ayudan al plantel para mantener el clima que los tiene cerca de Sudáfrica.