Los bonos brasileños en reales superan ampliamente a la deuda de los mercados emergentes conforme el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, sube las tasas de interés, lo que aumenta la confianza en sus esfuerzos para contener la inflación.
En el segundo trimestre los bonos nacionales de Brasil tuvieron una rentabilidad de un 1,6% medida en dólares, en comparación con una pérdida promedio de un 1,1% de las naciones en vías de desarrollo, según los índices GBI-EM Broad de JPMorgan Chase. La última vez que los bonos de Brasil tuvieron semejante ventaja fue en el plazo de tres meses concluido en septiembre, cuando Moody's subió la calificación crediticia del país a Baa3, la nota más baja dentro de la categoría de deuda apta para inversión.
Meirelles subió la tasa referencial 1,5 puntos porcentuales desde abril a partir de un mínimo sin precedentes de un 8,75% para moderar el ritmo de expansión económica más rápido en 15 años. Los inversionistas agregaron una cantidad neta de US$3.000 millones a las carteras de deuda pública brasileña en dólares o reales en los cinco primeros meses, en comparación con un US$2.600 millones en el conjunto del 2009, según datos compilados por EPFR Global, firma de investigaciones financieras con sede en Cambridge, estado de Massachusetts.
"El Banco Central está dando los pasos para anclar la inflación y las expectativas de inflación", dijo Pablo Cisilino, que colabora en la administración de una cartera de deuda de mercados emergentes de US$13.500 millones, incluso obligaciones valoradas en reales, en Stone Harbor Investment Partners en Nueva York. "Seguimos viendo una afluencia de capital al país".
Los economistas redujeron su pronóstico de la tasa de inflación de este año a un 5,6% desde un 5,7% en mayo, según el cálculo mediano en un sondeo del Banco Central publicado esta semana. La inflación bajó a un 5,2% el mes pasado desde un 5,3% en abril. El Gobierno ha fijado una meta de un 4,5% de inflación anual.