Justo un año después de perder la vista al ser víctima de una bomba en Afganistán, el estadounidense Bradley Snyder estuvo cerca de subir al podio de Londres 2012 en los 100 metros mariposa (clase S11).
Aunque marcó el mejor tiempo en las rondas clasificatorias de la mañana, Snyder se quedó a solo siete décimas de celebrar la triste efeméride subido en un podio paralímpico, aunque finalmente tuvo que conformarse con la cuarta plaza, todo un éxito teniendo en cuenta que aun está acostumbrándose a su nuevo estilo de vida.
Difícilmente podía imaginarse un año atrás su porvenir en el deporte paralímpico. El 6 de septiembre de 2011, Snyder servía al cuerpo de marinos de Estados Unidos cuando fue víctima de una bomba casera mientras intentaba socorrer a algunos compañeros que habían sido heridos por otra explosión.
Además de dejarlo totalmente invidente, el atentado le provocó graves laceraciones en el rostro así como un tímpano totalmente destrozado por lo que tuvo que permanecer durante tres semanas en curas intensivas y otras cinco de recuperación en Florida (Estados Unidos).
Sin embargo, las secuelas físicas, a parte de la ceguera, no eran muy graves por lo que muy pronto se lanzó a la piscina, deporte que ya conocía de su época en el ejército donde era el capitán del equipo de natación y que le permitió recuperar la confianza en sí mismo mientras se adaptaba a su nueva vida a oscuras.
Su progresión fue meteórica y en junio de 2012 consiguió una plaza para participar en los Juegos Paralímpicos de Londres solo nueve meses después de su accidente.
"En el ejército te enseñan muchas virtudes que te preparan para el éxito. Iniciativa, responsabilidad, dedicación y organización. Toda mi carrera militar se basó en la idea de superar cualquier meta que se me pusiera delante. La ceguera ha sido solo un nuevo reto que vencer", aseguró ayer el nadador.
Un reto que superó con creces, al menos en el terreno deportivo, después proclamarse campeón paralímpico el pasado viernes en la disciplina de 100 metros estilo libre y medalla de plata en 50 metros estilo libre el sábado.
Hoy, 366 días después de perder la visión en Afganistán, Snyder no pudo celebrar el primer aniversario de su nueva vida colgándose una nueva medalla de oro en la capital británica, aunque aun podrá desquitarse de esta decepción mañana en el 400 metros libre, su prueba favorita.