El Gobierno brasileño anunció hoy un recorte de 50.000 millones de reales (unos US$30.102 millones) del presupuesto anual, cifra que duplica el ajuste fiscal hecho en 2010.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, confirmó el recorte presupuestario, que supera los 21.800 millones de reales (unos US$13.124 millones) bloqueados del presupuesto de 2010, y descartó que la medida pueda llevar al país a una recesión, según la estatal Agencia Brasil.
"No es el viejo y tradicional ajuste fiscal que se hacía en el pasado, que derribaba la economía, que llevaba para la recesión y derrumbaba el empleo. Vamos a garantizar que el crecimiento sustentable tenga continuidad", apuntó el ministro.
Mantega recordó que para 2011 la meta de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) es del 5%.
"Es un nivel alto. Continuaremos persiguiendo el crecimiento", subrayó el titular de la cartera económica, quien indicó que el mayor ajuste será en la reducción de gastos de la "maquinaria pública".
"Eso significa que con menos recursos vamos a realizar las mismas o más actividades", sin excluir los programas sociales y "estimulando la inversión pública y privada", detalló Mantega, quien consideró que la medida puede "permitir la caída de la tasa de interés", que actualmente es del 11,25% anual.
Diferente del año pasado, cuando el dinero del recorte fue sólo bloqueado, esta vez la cantidad saldrá de manera definitiva del presupuesto.
La ministra de Planificación, Miriam Belchior, señaló por su parte que el ajuste es una especie de "mantra" en el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y que el respectivo decreto será publicado la próxima semana en el Diario Oficial de la Unión.
Sin el ajuste, el presupuesto aprobado para este año era de 2,07 billones de reales (unos US$1,24 billones).