Brasil, el mayor exportador mundial de carne bovina, intenta calmar a los importadores de sus productos tras dectectar un caso atípico de vaca loca que no afecta su rebaño, pero que llevó a Japón a suspender sus importaciones, dijo el gobierno este martes.
El caso no clásico de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), conocida como la enfermedad de la "vaca loca", fue detectado en una res que murió en 2010 en el estado de Paraná (sur).
"El episodio no implica riesgo alguno para la salud pública o la higiene animal, considerando que el animal no murió por la enfermedad referida y fue enterrado en la propiedad. Brasil no presenta casos de la enfermedad EEB", dijo el Ministerio de Agricultura en una nota.
No obstante, Japón, un pequeño comprador de carne brasileña, decidió suspender las importaciones, tras lo cual las autoridades entraron en contacto con ese país para esclarecer lo ocurrido.
"Recibimos las aclaraciones del ministerio de Agricultura y de inmediato las transmitimos a Tokio", dijo en Brasilia Kentaro Morita, secretario para Asuntos Agrícolas de la embajada de Japón.
El gobierno japonés está ahora "analizando la situación" para tomar una resolución sobre el embargo, añadió el diplomático.
La decisión de Japón llevó al ministerio a lanzar una "acción preventiva" para impedir que sus principales importadores tomen medidas similares.
"Estamos en contacto con los países (compradores de carne brasileña) para reiterar que el caso no clásico de la enfermedad no implica ningún riesgo para las exportaciones", dijo a la AFP la oficina de prensa del Ministerio de Agricultura.
La Organización Mundial de Salud Animal (OIE, por sus siglas en inglés) fue notificada del caso y envió una comunicación "manteniendo el estatus de Brasil como país de riesgo insignificante para la EEB, la mejor clasificación existente de riesgo", recordó el gobierno.
"Diversos países ya registraron casos semejantes, como Estados Unidos, Canadá, Japón, Portugal e Inglaterra. Solamente el año pasado, la Unión Europea comunicó seis casos de EEB atípica en la OIE", agregó el comunicado.
Con un rebaño de casi 200 millones de cabezas, Brasil es el mayor exportador de carne bovina, y Rusia es su principal comprador.
Por su parte, la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (ABIEC) rechazó el martes en un comunicado la medida adoptada por Japón, cuya participación en las exportaciones brasileñas no alcanza el 0,2%.
"A pesar de ser un mercado relativamente pequeño, la ABIEC repudia el irrespeto a las normas y procedimientos de la OIE, que dan garantías necesarias de sanidad a las operaciones de comercio internacional", sostuvo.
En ese sentido, advirtió que el incumplimiento de esos procedimientos "provoca distorsiones innecesarias" y está sujeto a reclamos ante organismos internacionales.
La ABIEC enfatizó que la OIE ratificó a Brasil como país con "insignificante riesgo" de sufrir la enfermedad de la vaca loca, por lo que no "puede haber embargos o restricciones a las exportaciones brasileñas".
El agregado brasileño en asuntos agrícolas en Tokio está en contacto con el Ministerio de Salud de Japón para "aclarar cualquier duda y garantizar que no hay riesgo para los consumidores japoneses", señaló la organización.
La res cuyo caso activó la alarma de Japón no murió por causas relacionadas con la enfermedad de la "vaca loca", sino por su avanzada edad y su tipo de alimentación.
Un animal infectado con la EEB suele tener una convalecencia de varias semanas y hasta meses, y los síntomas son considerados bastante evidentes por los veterinarios, recordaron las autoridades.