Las autoridades brasileñas iniciaron hoy la compleja labor de identificación de las primeras 16 víctimas del accidente del avión de Air France que cayó al Océano Atlántico, nueve días después de ocurrida la tragedia.

De los 28 cadáveres que han sido retirados hasta ahora del mar, 16 llegaron hoy al puesto de avanzada montado en el aeropuerto del archipiélago de Fernando de Noronha, en donde legistas y expertos en papiloscopia iniciaron las tareas periciales previas antes de enviarlos a Recife.

Desde esa ciudad del nordeste de Brasil la Marina y la Fuerza Aérea dirigen las operaciones de rescate y será allí también donde los forenses brasileños, con la colaboración de expertos franceses, identificarán a las víctimas con la ayuda de fotografías, muestras de ADN y registros odontológicos, entre otros.

Los cuerpos, mantenidos en contenedores refrigerados, fueron analizados en un hangar del aeropuerto de Fernando de Noronha por ocho especialistas de la Policía Federal brasileña y de la Policía Civil del estado de Pernambuco.

En Fernando de Noronha se hará la "catalogación" de las ropas y de los objetos personales de cada víctima rescatada, se tomarán sus huellas digitales y se retirarán muestras de tejidos que puedan servir para eventuales comparaciones genéticas.

Los cadáveres serán trasladados posteriormente a Recife en un avión Hércules C130 de la Fuerza Aérea Brasileña en un vuelo de una hora de duración previsto inicialmente para la noche de hoy o la mañana del miércoles, dependiendo de las condiciones meteorológicas.

Este primer grupo de cuerpos fue trasladado por la fragata Constitución hasta un punto en alta mar a unos 50 kilómetros de Fernando de Noronha, y allí fueron transferidos a dos helicópteros, un Black Hawk y un Super Puma.

Los despojos mortales fueron recibidos en el aeropuerto de Fernando de Noronha por militares que encima del uniforme camuflado llevaban delantales verdes, gorros, guantes y tapabocas.

Pese a que numerosos fotógrafos pudieron presenciar el desembarque desde lejos, las bolsas impidieron ver el estado en que se encuentran los cadáveres tras haber flotado en el mar una semana.

El portavoz de la Fuerza Aérea, teniente coronel Henry Munhoz, ha reiterado en Recife que no se harán comentarios sobre las condiciones en que están los cuerpos rescatados y pedido a la prensa que se abstenga de hacer preguntas al respecto.

Además de los 16 cadáveres que llegaron hoy a tierra, otros 12 están a bordo de la fragata Bosísio tras haber sido retirados del mar por los cinco barcos de la Marina brasileña y la fragata francesa Ventose que participan en las búsquedas.

Munhoz agregó hoy que, tras entregar los cadáveres a los tripulantes de los dos helicópteros, la fragata Constitución regresó este mismo martes al lugar del desastre para continuar la búsqueda de más restos humanos y del Airbus A330 accidentado.

La fragata Bosísio, cuyas cámaras frigoríficas tienen capacidad para veinte cuerpos, sigue en la zona del desastre y sólo pondrá rumbo al archipiélago cuando esté con su cupo completo, según los portavoces militares.

Las fuerzas armadas sacaron hoy del mar otros cuatro cuerpos que, según Munhoz, "fueron encontrados al noreste de los islotes de Sao Pedro y Sao Paulo. Más o menos en los mismos lugares en que han sido hallados los otros cadáveres".

La operación de búsqueda y rescate en mitad del Atlántico está concentrada a unos 440 kilómetros al noreste de Sao Pedro y Sao Paulo, unos peñascos deshabitados ubicados a 1.296 kilómetros de Recife y a 704 kilómetros de Fernando de Noronha, lo que hace más demorado y difícil el traslado de cadáveres a tierra.