La economía brasileña completó en 2016 su segundo año en recesión, lo que confirma que el país está viviendo la peor crisis económica de su historia, situación que según las proyecciones comenzaría a revertirse en este ejercicio.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) informó este martes que el PIB de ese país cayó 2,5% anual en el cuarto trimestre, con lo que la actividad se hundió 3,6% el año pasado, levemente por encima de la proyección de -3,5% y que se compara con el desplome de 3,8% en 2015.
De esta manera, la mayor potencia de la región acumula 11 trimestres en terreno negativo. A fines de 2016, el PIB estaba al mismo nivel que en el tercer trimestre de 2010 y el PIB per cápita suma un derrumbe de 11% desde el segundo trimestre de 2014. Según el IBGE, este indicador llegó a 30.407 reales (US$ 9.763) en el cuarto trimestre.
Este descenso de dos dígitos en el PIB per cápita "excede el declive acumulado de 7,6% del PIB per cápita durante la llamada 'década perdida de los '80'", el período de 12 años entre 1981 y 1992, detalló en un informe Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs.
Neil Shearing, economista jefe para mercados emergentes de Capital Economics, acotó en un reporte que "en términos reales, el PIB ahora está 9% por debajo de su máximo pre-recesión". A su juicio, "esta es cómodamente la peor recesión registrada en la historia".
Lenta recuperación
Con todo, los analistas estiman que lo peor ya pasó y que pronto habrá indicios de reactivación. "Sospechamos que el cuarto trimestre también debería marcar el fin de la recesión", declaró Shearing.
Ramos espera que "la economía haya alcanzado un punto de inflexión durante el primer trimestre de 2017 y que muestre claras señales de una recuperación cíclica en el segundo semestre" gracias a una inflación más baja, la reducción en la tasa de interés, condiciones financieras menos estrictas, una cosecha abundante y términos de intercambio más sólidos.
Andrés Abadia, economista senior internacional de Pantheon Macroeconomics, también anticipa un repunte, pero "probablemente será gradual, ya que el consumo privado continuará teniendo problemas en el corto plazo dado el pobre crecimiento de los salarios y el elevado desempleo".
Los expertos prevén una expansión de entre 0,5% y 1% para este año.