Brasil cuenta con diversos puntos de interés
Su rica diversidad cultural, histórica y natural convierten a este país en el destino preferido de muchos.
Muchos puntos en Brasil han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, principalmente por riqueza histórica y cultural de relevancia internacional.
Y es que existe un gran interés en conocer más de la historia del país carioca a través de la arquitectura de los barrios, las ciudades históricas y los museos.
Ciudades como Ouro Preto, en Minas Gerais, y Olinda, en Pernambuco, así como los centros históricos en Salvador, Bahía, son destinos imperdibles para quienes visiten este país.
CIUDADES
Declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1980 por la Unesco y antigua capital minera, Ouro Preto fue también el principal punto de partida en el ciclo del oro durante el siglo XVIII.
Sus casas, edificios, iglesias, puentes, fuentes y monumentos aún se emplazan como evidencias materiales de este pasado de prosperidad. Pasear por sus calles antiguas, angostas e inclinadas puede hacer que el turista viaje al pasado.
Para los turistas interesados por la historia política de la ciudad, hay muchos museos con documentos y objetos que pueden ser una muy buena opción para visitar.
La primera capital de Brasil entre 1549 y 1796, Salvador, guarda diversas construcciones renacentistas. El centro histórico se divide en tres partes: desde la Plaza Municipal a la plaza San Francisco, el Pelourinho y la Plaza del Carmo.
Con laderas y calles de adoquines llamados "cabeza de negro", otra peculiaridad del lugar es el colorido de las casas de los siglos XVI, XVII y XVIII. Frente a la Iglesia del Carmo se encuentran el Fuerte de Santo Antonio y el gran complejo religioso formado por la iglesia y el convento de la Virgen del Carmo.
CULTURA
Pernambuco, la ciudad de Olinda, fundada en el siglo XVI por los portugueses, fue blanco constante de grandes invasiones extranjeras durante el periodo colonial brasileño, especialmente por su importancia en la producción de caña de azúcar.
El conjunto de iglesias barrocas, conventos, pequeñas capillas, construcciones, jardines y monumentos otorgan impronta arquitectónica e histórica a este lugar, destino obligado de turistas de diversas nacionalidades.
Además de estos lugares, otros sitios de interés son las ruinas de las Misiones de San Miguel, al interior de Rio Grande do Sul, la histórica ciudad de Paraty y la ciudad de Petrópolis en el litoral de Río de Janeiro.
En tanto, Brasilia merece ser destacada por su arquitectura y planificación urbana contemporáneas, así como por sus edificios y monumentos proyectados por el arquitecto Oscar Niemeyer.
PARQUES NACIONALES
Existen 25 Parques Nacionales en los 8,5 millones de kilómetros cuadrados de Brasil. Muchos de ellos son reservas de biosfera y áreas de preservación ambiental, bautizados por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad.
Practicar trekking y caminatas ecológicas, permite el contacto con algunas de las mayores biodiversidades del planeta. Es más, estas actividades son estructuradas con el objetivo de desarrollar la conciencia y preservación del medio ambiente.
Se puede practicar trekking y caminatas ecológicas en 11 parques brasileros. En la región centro-oeste, Chapada dos Guimarães y Chapada de los Veadeiros, además del Parque de las Emas, en Goiás, son Patrimonio de la Humanidad y destinos obligatorios para los amantes de las actividades al aire libre.
NATURALEZA
En el Parque de la Chapada Diamantina, en Bahía, con montañas, ríos, cavernas y pozas de agua cristalina, existen caminos con diferentes grados de dificultad para los practicantes. Sin embargo, como no hay señalización en las 152 mil hectáreas del área, es necesario contar con un guía acreditado.
Al sur, en el Parque Nacional Aparados da Serra se encuentra el Cañón del Itaimbezinho, con 720 metros de profundidad y 6 kilómetros de largo. En este lugar, senderos demarcados llevan a maravillosas cascadas, mientras que el vecino Parque da Serra Geral alberga el cañón Fortaleza, con 8 kilómetros de extensión, 900 metros de profundidad y 1.500 metros de ancho.
En las reservas de selva Atlántica es importante mencionar, Costa do Descobrimento, en Bahía, y la Reserva do Sudeste, ambas en la lista de la Unesco.
En Río de Janeiro destacan el Parque Nacional da Tijuca, Itatiaia y el Parque da Serra dos Órgãos. Además de estos, el Parque Nacional Marinho de Fernando de Noronha, en Pernambuco, y Lençóis Maranhenses, en Maranhão, son dignos de visitar.
DEPORTE DE AVENTURA
Por su geografía y condiciones climáticas, Brasil ofrece innumerables opciones para los fanáticos del deporte aventura, como vuelo libre, buceo con equipo, rafting, surf (kitesurf y wind surf), escaladas y muchos más.
El vuelo libre, por ejemplo, llegó a Brasil en 1974, cuando el deporte empezó a ser practicado en Pedra Bonita (Río de Janeiro). Gracias a la excelente condición del viento y relieves de la zona, el número de rampas se multiplicó rápidamente. Hoy, existen cerca de 180 puntos de despegue en todo el país.
Para los veleristas, que practican actividades como wind surf y kitesurf, Brasil cuenta con 8 mil kilómetros de extensión de playas. Y los lugares más adecuados para practicar este tipo de deportes se encuentran entre São Paulo y Río de Janeiro, donde están los clubes náuticos más antiguos.
Los mejores puntos para bucear con equipo se encuentran en diferentes lugares del país carioca. El archipiélago de Fernando de Noronha, en Pernambuco, destaca por la transparencia y temperatura de sus aguas, además de su variada fauna acuática.
BUCEO
En Río de Janeiro (en Arraial do Cabo), a partir de los seis metros de profundidad existen animales como tortugas marinas, estrellas de mar, caballos marinos, mantarayas, corales y peces multicolores.
Ihla Grande, con 20 metros de visibilidad, también atrae a buzos de todo el planeta por sus famosos naufragios de los siglos XIX y XX. Sólo en este lugar se estima la existencia de más de 50 puntos de interés para el buceo, además de una gran cantidad de peces y corales.
Con un relieve marcado por llanuras, altiplanos y depresiones, Bahía es un estado que ofrece muchas posibilidades para el turismo aventura, ya sea en bicicleta, canotaje, paracaidismo, rafting o vuelo libre.
Para la práctica del surf, destaca Itacaré, con olas regulares todo el año. Y en el archipiélago de Fernando de Noronha los surfistas encontrarán ondas bien hechas y tubulares entre los meses de noviembre y abril.
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