Brasil deploró este domingo el atentado que el viernes causó la muerte de siete cascos azules de la Operación de Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI) y que, según el gobierno marfileño, fue cometido por atacantes llegados de Liberia.
"El gobierno de Brasil deplora el atentado (...) y transmite su solidaridad y su pesar a las familias de las víctimas", señaló un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores del país sudamericano.
"El gobierno brasileño reitera su repudio a todas las formas de violencia, practicadas bajo cualquier pretexto", insistió la nota, que aseguró que actos de violencia contra miembros de la ONUCI "constituyen una inaceptable violación del derecho internacional".
El atentado se produjo en la región ocdidental del país, la más inestable, escenario de numerosos ataques tras el final de la crisis político-militar de diciembre de 2010 a abril de 2011, que dejó unos 3.000 muertos en todo el territorio de Costa de Marfil.
La emboscada del viernes contra las fuerzas de la ONU se produjo durante un "ataque procedente de Liberia" contra tres pueblos del oeste del país, señaló el gobierno marfileño.